Cocinar los alimentos a la sal, ya sea pescado o carne, hace que al recubrir el alimento de sal, la capa que se forma, en el horno se convierte en una especie de caparazón que impide que los jugos de, en este caso la carne, salgan al exterior y se consuman y a la vez provoca que estos mismos sirvan para cocer la carne, manteniendo además todo su sabor.
Esta receta es muy sencilla y su única dificultad, por llamarlo de alguna forma radica en el tiempo de cocción que según nuestro gusto puede variar para que la carne esté más o menos hecha, aunque nunca debe de ser excesivo pues entonces, a pesar de todo saldría la carne muy reseca. La otra dificultad no es de preparación si no a la hora de cortar la carne, trincharla, en filetes finitos, que al menos a mí nunca me salen todo lo finos que me gustaría. Por lo demás no puede resultar un plato más sencillo.
Al no llevar ningún tipo de salsa y el lomo ser una de la parte menos magra del cerdo, es una receta apta para dietas. En este caso la preparamos con un poco de aceite y pimienta pero si se desea se puede poner una guarnición de compota de manzana que también le da un toque original, así como cualquier otra guarnición o tipo de salsa para carne, aunque como queda tan sabroso en mi opinión no le hace falta nada más.
Los ingredientes en este caso son para 4 personas, ya que se hace difícil encontrar un trozo de lomo pequeño, aparte que si el trozo es más grande siempre la cocción quedará mejor. Además esta receta podemos aprovechar las sobras para un bocadillo o para otra comida, ya que se sirve frío y aguanta muy bien durante varios días en el frigorífico.
INGREDIENTES:
800g. de Lomo de cerdo entero
2 K. De Sal Gorda
Hierbas aromáticas (opcional)
Aceite
Pimienta
PREPARACIÓN:
Empezamos manipulando el trozo de lomo, con un cuchillo que corte bien o unas tijeras de cocina le vamos quitando todos los trozos de grasa, intentando dejar sólo carne. Seguidamente espolvoreamos por todas partes con hierbas aromáticas, las que tengamos a mano, yo en este caso he usado hierbas provenzales, que tenía un bote en la despensa, pero puede servir, tomillo, romero, etc. Las que deseemos o ninguna tampoco son imprescindibles.
En una fuente para horno, hacemos una cama de sal de un dedo de grosor aproximadamente, colocamos el trozo de lomo encima y lo cubrimos por completo de sal. Por último lo salpicamos con unas gotas de agua, para facilitar que la sal se endurezca al calor y lo metemos al horno (precalentado) a 180º durante aproximadamente 50 minutos o 1 hora. El tiempo no es exacto depende de cómo nos guste de hecho. Con una hora sale (al menos a mi) suficiente jugoso pero la carne no sale roja que a muchas personas le echa para atrás esto último. De todas formas el tiempo siempre es un poco a ojo y depende del tamaño del lomo y del horno. En algún lado he leído que la mejor medida de tiempo es cuando la costra de sal se abra por algún lado, pero tampoco me fiaría al 100% de esto último.
Una vez haya finalizado la cocción, retiramos la fuente del horno y con cuidado, que quema, retiramos la costra de sal de encima, debería de salir entera o como mucho en dos partes, retiramos el trozo de lomo por completo de la sal, sacudimos si quedó algún resto de sal por encima y lo ponemos en una fuente. Ya por último tan sólo nos queda trincharlo, lo cortamos en filetes muy finos, los colocamos en una bandeja y los espolvoreamos un poco de pimienta recién molida y un poco de aceite de oliva por encima, si de sal nos quedan un poco soso, podemos añadir una pizca de sal gorda o en escamas por encima junto con la pimienta.