El cuscus o "la comida" en árabe, es posiblemente uno de los platos más conocidos de la comida árabe-marroquí. Es tremendamente fácil de preparar y admite mil y una variantes, esta que hago aquí es con salchichas y sin muchas especias porque las salchichas ya son especiadas y un poco picantes, pero al igual que pasa con la pasta se puede preparar de mil maneras y de todas queda fabuloso. Lo ideal es tener una cuscusera para así impregnar el cuscus de los olores del estofado, pero como supongo que no es habitual que tengamos una vamos a prepararlo sin ella.

En esta ocasión he preparado con salchichas y las verduras que indico en la lista de ingredientes pero se puede hacer con carne picada o pollo (o vegetal si se prefiere) y sustituir las verduras por otras como setas, judías verdes, brocoli, etc. casi cualquier combinación puede ir bien. También se puede aderezar con especias árabes como ras el hanout por ej.

INGREDIENTES:

1 vaso de cuscús por cada 2 personas.
2 Salchichas frescas por persona.
1 pimiento verde
1 puerro
1 tallo de apio
1 cebolla
1 diente de ajo
1 zanahoria
Aceite de oliva.
Agua
Sal

PREPARACIÓN:

Troceamos las salchichas y en una sartén con una pizca de aceite las vamos salteando hasta que estén bien hechas y las reservamos. Mientras tanto vamos picando todas las verduras en fino y añadiéndolas a la misma sartén, añadiendo un poco más de aceite si hiciese falta. Yo suelo añadir un poco antes la cebolla, zanahoria y apio que son más duro. Añadimos sal a las verduras y salteamos hasta que estén bien tiernas.

Mientras se hacen las verduras, ponemos a calentar agua con sal, lo habitual es si usamos un vaso de cuscús calentar un vaso de agua, pero mejor seguir las instrucciones que vengan en el paquete. Una vez el agua empiece a hervir añadimos el cuscús, retiramos del fuego y dejamos reposar unos minutos, cuando haya absorbido todo el agua mezclamos bien para que se suelte y reservamos.

Una vez tengamos hecha la verdura, un par de minutos antes de retirarlas del fuego añadimos las salchichas que teníamos reservadas las mezclamos bien y listo. Una vez en este punto podemos optar por mezclar el cuscús con las verduras y salchichas o servir el cuscús en el plato y las verduras y salchichas por encima. Yo opto normalmente por la primera opción salvo que tenga invitados que opto por la segunda que queda como más elegante :-)






El pan de jamón es un pan relleno de jamón de york, tocineta sofrita (bacon), pasas y aceitunas rellenas de pimiento. Proviene de Venezuela y aunque se suele tomar durante todo el año es muy típico de la Navidad. Es una creación de principios del siglo XX y hoy en día se puede encontrar con distintos rellenos todos normalmente combinan los sabores dulces y salados.

Esta receta es muy fácil de hacer, quizá lo más complejo o mejor dicho más trabajoso, es preparar la masa, aunque podemos hacer un poco de trampa y saltarnos este paso pues en 
el mercado encontramos cantidad de masas de hojaldre de buena calidad que nos van a facilitar el trabajo y ahorrar mucho tiempo. En este caso yo no he usado bacon para que quede más ligero, aunque se puede formar el relleno con aquello que más nos guste, queso, pavo, etc.

INGREDIENTES:

1 Lámina de masa de hojaldre cuadrada.
6 Lonchas de jamón de york
40 Gr. de mantequilla
1 Cucharada de azúcar.
20 Aceitunas
20 Pasas
1 Yema de huevo


PREPARACIÓN:

Empezamos extendiendo la masa sobre una hoja de papel vegetal y pinchando con un tenedor la misma para que no crezca demasiado. Derretimos la mantequilla y la mezclamos con el azúcar y con una brocha extendemos sobre la masa.  Colocamos el jamón de york sobre masa, dejando libres los bordes para poder cerrar la masa. Por último esparcimos las aceitunas y pasas por encima.

Ayudándonos del papel vegetal vamos enrollando la masa sobre si misma y cerrando bien al final y plegando por los bordes para que no se abra al empezar a cocer. Por último batimos bien la yema de huevo y con una brocha la untamos por toda la superficie y horneamos apróximadamente durante 25-30 minutos en el horno previamente precalentado a 190º.



La gastronomía cajún proviene de la cocina tradicional de los descendientes franco-canadienses, expulsados de Acadia tras la incorporación de los territorios franceses en Canadá a la Corona Británica y que hoy en día se encuentra en su mayoría en el Estado de Luisiana. Se trata de una cocina rústica y de fuertes sabores. motivados en parte por sus especias, una mezcla de varias especias (cayena, oregano, tomillo, pimienta, pimentón, etc.) que podéis hacer vosotros mismos (en los ingredientes dejo las cantidades de la mezcla) o comprar ya hecha, en cualquier tienda especializada en productos internacionales debe ser fácil de encontrar. La mezcla de especias cajún es bastante suave y al contrario que pasa con otras especias esta suele gustar a casi todo el mundo.

Las patatas cajún es posiblemente uno de los platos más conocidos por su facilidad para ser preparado además de por su excelente resultado. Se pueden servir con algún tipo de salsa o hasta con yogur líquido.

INGREDIENTES:

2 Patatas nuevas por persona.
3 Cucharadas de aceite de oliva
Especias cajún
Sal (comprobar que la mezcla de especias no lleva sal)

Para la mezcla cajún:

1 Cucharadita de cayena molida.
1 Cucharadita de orégano seco
2 Cucharaditas de tomillo seco
1 Cucharadita de pimienta negra molida
3 Cucharaditas de pimentón
1 Cucharadita de comino molido
2 Cucharaditas de ajo seco triturado
2 Cucharaditas de cebolla seca molida
1 Cucharadita de nuez moscada molida
1 Cucharadita de jengibre en polvo
1 Cucharadita de canela molida
1 Cucharadita de cardadomo molido
1 Cucharadita de cúrcuma
3 Cucharaditas de sal fina



PREPARACIÓN:

Lavamos bien las patatas y sin pelar las cortamos en gajos, las salamos, si la mezcla de especias no lleva sal y reservamos. En una fuente mezclamos el aceite con las especias cajún. Las cantidades de aceite y especias depende un poco de la cantidad de patatas yo suelo usar una cucharada de aceite y especias por patata aproximadamente pero esto un poco al gusto de cada cual. Mezclamos bien las patatas con el aceite y las especias.

Vamos precalentando el horno a 180º y mientras tanto cubrimos la fuente del horno con papel vegetal y esparcimos las patatas por la fuente. Ya sólo nos queda hornear durante 40 minutos aproximadamente o hasta que comprobemos que las patatas están tiernas.


El arroz caldoso, al contrario que otras recetas de arroz y como su propio nombre indica se sirve con caldo, en lugar de dejar que este sea absorbido por completo por el arroz. Admite multitud de variantes y es mucho más fácil de preparar que los arroces secos tipo paella o a banda, etc. ya que no hay que ser tan exactos con el agua y es más fácil dejar el arroz en su punto y pleno de sabor. Esta es la receta que yo hago habitualmente y he de reconocer que hago un poco de trampa, pues para potenciar el sabor, además del caldo de pescado (fumet), uso preparado para hacer crema de marisco concentrada (sin nata), que viene ya lista para preparar desde una salsa americana a una sopa de marisco o crema de marisco.

Además suelo añadir algo de marisco, gambones y algo más, según lo que encuentre ese día por la pescadería. Las galeras le dan muy buen sabor aunque no es fácil encontrarlas, si no añado alguna cigala, almejas, etc. o si no veo nada de mi agrado solo los gambones, en total sobre 400-500 gr de marisco.

Las cantidades son para dos personas o tres  (siempre procuro que sobre un poco por si se quiere repetir)

INGREDIENTES:

175 Gr. Arroz bomba
1 litro de caldo de pescado
1 brick de preparado de marisco (300 ml.)
300 gr. de almejas
400 gr. de gambones y/o cigalas, galeras, etc.
1 tomate grande.
1 cebolla grande.
3 dientes de ajo
1 sobre de preparado de especias para paella.
1/2 vaso de brandy.
aceite de oliva

PREPARACIÓN:

Empezamos pelando los gambones, el resto de marisco que usemos prefiero dejarlo con su cáscara. Reservamos los cuerpos, las cabezas y cáscaras las ponemos en una olla junto con el caldo de pescado y un vaso de agua (para compensar la evaporación) y  lo llevamos al fuego hasta que hierva durante por lo menos 10 minutos.

Mientras tanto vamos picando la cebolla y el ajo sofriéndolo  en una sartén. Cuando esté dorada la cebolla añadimos el tomate rallado (sin piel) y dejamos que se haga hasta que esté todo bien sofrito.

En la olla exprés  ponemos un poco de aceite y añadimos todo el marisco (menos las almejas), lo salteamos un poco y añadimos el brandy con el que flambearemos todo removiendo bien hasta que se apague solo por falta de alcohol. Una vez apagado retiramos el marisco  y dejamos en la olla el líquido que haya quedado. Añadiendo entonces el sofrito de cebolla, ajo y tomate, colamos el caldo de pescado y lo añadimos a la olla también, junto con el sobre de preparado de especias y por último añadimos también el brick de crema de marisco.  Si no encontráis crema de marisco, podéis usar preparado para sopa de bogavante o similar (en casi todos los supermercados hay algún producto similar), la finalidad es potenciar el sabor a marisco y lo único a tener en cuenta que entre los ingredientes no venga ya incorporada la nata. Cerramos la olla exprés y la dejamos al fuego hasta que silbe durante unos 8-10 minutos.

Pasado ese tiempo despresurizamos la olla y ya con ella abierta añadimos el marisco que teníamos reservado (las almejas las abro primero aparte al vapor, para eliminar si hay alguna muerta o con arena o también si se desea para retirar la cáscara.

Añadimos también el arroz y dejamos cocer a fuego medio durante 18 minutos. Debemos ir controlando que no se quede sin caldo, si no no haría honor a su nombre. En principio con el litro de caldo de pescado más el concentrado de crema de marisco debería ser suficiente, aunque si hace falta se puede añadir un poco más de agua, siempre caliente para no romper el  hervor.

No suelo usar sal porque el caldo de pescado y el preparado de marisco ya incorporan sal, aunque si tenemos que añadir agua es posible que haya que añadir un poco, por lo que conviene ir probándolo antes que finalice la cocción.


Como sucede con tantas otras recetas, el carpaccio nació un poco de la casualidad. Aunque no se sabe con total seguridad su origen, se dice que se inventó durante los años 30 en Harry’s Bar de Venecia. Según parece una condesa habitual del local, pidió por prescripción médica un plato con carne cruda. Giuseppe Cipriani, propietario del bar, ideo este plato que en su origen eran finas láminas de solomillo de buey aderezado con mostaza, mayonesa y salsa perrys. La condesa quedó encantada con la receta y al preguntar por su nombre, el propietario dijo "Carpacio de Buey" Pues los colores de la receta le recordaron a los cuadros del pintor Vittore Carpaccio, cuyas obras se caracterizaban por la profusión de los colores rojo y amarillo.

Hoy en día la receta ha ido evolucionando y se hace con diferentes ingredientes, desde pescados hasta frutas. Como no tenía solomillo de buey, yo he hecho la receta con un solomillo de ternera. Al ser una receta de origen italiano, normalmente se usa queso italiano en lascas, bien Granna Padano o Parmesano. Yo como no tenía esos tipos de queso por casa usé queso manchego y el resultado fue exquisito.

Su preparación es muy simple y el resultado exquisito, su única dificultad radica en el corte para lo que deberéis contar con un cuchillo bien afilado y un poco de habilidad para cortarlo lo más fino posible. Si contáis con una máquina de cortar embutido seguro que os resulta más fácil.

INGREDIENTES:

150 gr. de solomillo de buey o ternera por persona.
Aceite de oliva virgen extra.
1/2 limón.
Pimienta negra molida
Queso curado (Parmesano, Manchego, Granna padano, etc.)


PREPARACIÓN:

Empezamos limpiando el solomillo de toda la grasa que pueda tener, y lo salpimentamos en abundancia. Acto seguido lo envolvemos bien en papel film procurando darle forma redonda y lo llevamos al congelador por al menos 3 horas. La única finalidad de congelarlo es facilitar luego su corte y que este pueda ser lo más fino posible. Si ya está congelado previamente debes sacarlo un rato antes para que empiece a descongelar si no hecho una piedra será imposible cortarlo.

Ahora viene la parte más delicada, con  un cuchillo bien afilado y mucho tacto lo cortamos en finísimas lonchas, lo más finas que podamos y lo vamos colocando en un plato llano o bandeja.

Una vez cortado el solomillo, sólo nos queda aderezarlo, a mi me gusta con unas gotas de limón y la ralladura del mismo limón por encima. Un poco de pimienta y el queso en lascas.  Para conseguir el queso en lascas rápidamente lo que hago es ayudarme de un pelapatatas o  si no rallarlo con la parte más gruesa del rallador. Por último añadimos un fino hilo de aceite de oliva virgen extra por todo el carpaccio y listo para servir.