El pan de jamón es un pan relleno de jamón de york, tocineta sofrita (bacon), pasas y aceitunas rellenas de pimiento. Proviene de Venezuela y aunque se suele tomar durante todo el año es muy típico de la Navidad. Es una creación de principios del siglo XX y hoy en día se puede encontrar con distintos rellenos todos normalmente combinan los sabores dulces y salados.

Esta receta es muy fácil de hacer, quizá lo más complejo o mejor dicho más trabajoso, es preparar la masa, aunque podemos hacer un poco de trampa y saltarnos este paso pues en 
el mercado encontramos cantidad de masas de hojaldre de buena calidad que nos van a facilitar el trabajo y ahorrar mucho tiempo. En este caso yo no he usado bacon para que quede más ligero, aunque se puede formar el relleno con aquello que más nos guste, queso, pavo, etc.

INGREDIENTES:

1 Lámina de masa de hojaldre cuadrada.
6 Lonchas de jamón de york
40 Gr. de mantequilla
1 Cucharada de azúcar.
20 Aceitunas
20 Pasas
1 Yema de huevo


PREPARACIÓN:

Empezamos extendiendo la masa sobre una hoja de papel vegetal y pinchando con un tenedor la misma para que no crezca demasiado. Derretimos la mantequilla y la mezclamos con el azúcar y con una brocha extendemos sobre la masa.  Colocamos el jamón de york sobre masa, dejando libres los bordes para poder cerrar la masa. Por último esparcimos las aceitunas y pasas por encima.

Ayudándonos del papel vegetal vamos enrollando la masa sobre si misma y cerrando bien al final y plegando por los bordes para que no se abra al empezar a cocer. Por último batimos bien la yema de huevo y con una brocha la untamos por toda la superficie y horneamos apróximadamente durante 25-30 minutos en el horno previamente precalentado a 190º.



La gastronomía cajún proviene de la cocina tradicional de los descendientes franco-canadienses, expulsados de Acadia tras la incorporación de los territorios franceses en Canadá a la Corona Británica y que hoy en día se encuentra en su mayoría en el Estado de Luisiana. Se trata de una cocina rústica y de fuertes sabores. motivados en parte por sus especias, una mezcla de varias especias (cayena, oregano, tomillo, pimienta, pimentón, etc.) que podéis hacer vosotros mismos (en los ingredientes dejo las cantidades de la mezcla) o comprar ya hecha, en cualquier tienda especializada en productos internacionales debe ser fácil de encontrar. La mezcla de especias cajún es bastante suave y al contrario que pasa con otras especias esta suele gustar a casi todo el mundo.

Las patatas cajún es posiblemente uno de los platos más conocidos por su facilidad para ser preparado además de por su excelente resultado. Se pueden servir con algún tipo de salsa o hasta con yogur líquido.

INGREDIENTES:

2 Patatas nuevas por persona.
3 Cucharadas de aceite de oliva
Especias cajún
Sal (comprobar que la mezcla de especias no lleva sal)

Para la mezcla cajún:

1 Cucharadita de cayena molida.
1 Cucharadita de orégano seco
2 Cucharaditas de tomillo seco
1 Cucharadita de pimienta negra molida
3 Cucharaditas de pimentón
1 Cucharadita de comino molido
2 Cucharaditas de ajo seco triturado
2 Cucharaditas de cebolla seca molida
1 Cucharadita de nuez moscada molida
1 Cucharadita de jengibre en polvo
1 Cucharadita de canela molida
1 Cucharadita de cardadomo molido
1 Cucharadita de cúrcuma
3 Cucharaditas de sal fina



PREPARACIÓN:

Lavamos bien las patatas y sin pelar las cortamos en gajos, las salamos, si la mezcla de especias no lleva sal y reservamos. En una fuente mezclamos el aceite con las especias cajún. Las cantidades de aceite y especias depende un poco de la cantidad de patatas yo suelo usar una cucharada de aceite y especias por patata aproximadamente pero esto un poco al gusto de cada cual. Mezclamos bien las patatas con el aceite y las especias.

Vamos precalentando el horno a 180º y mientras tanto cubrimos la fuente del horno con papel vegetal y esparcimos las patatas por la fuente. Ya sólo nos queda hornear durante 40 minutos aproximadamente o hasta que comprobemos que las patatas están tiernas.


El arroz caldoso, al contrario que otras recetas de arroz y como su propio nombre indica se sirve con caldo, en lugar de dejar que este sea absorbido por completo por el arroz. Admite multitud de variantes y es mucho más fácil de preparar que los arroces secos tipo paella o a banda, etc. ya que no hay que ser tan exactos con el agua y es más fácil dejar el arroz en su punto y pleno de sabor. Esta es la receta que yo hago habitualmente y he de reconocer que hago un poco de trampa, pues para potenciar el sabor, además del caldo de pescado (fumet), uso preparado para hacer crema de marisco concentrada (sin nata), que viene ya lista para preparar desde una salsa americana a una sopa de marisco o crema de marisco.

Además suelo añadir algo de marisco, gambones y algo más, según lo que encuentre ese día por la pescadería. Las galeras le dan muy buen sabor aunque no es fácil encontrarlas, si no añado alguna cigala, almejas, etc. o si no veo nada de mi agrado solo los gambones, en total sobre 400-500 gr de marisco.

Las cantidades son para dos personas o tres  (siempre procuro que sobre un poco por si se quiere repetir)

INGREDIENTES:

175 Gr. Arroz bomba
1 litro de caldo de pescado
1 brick de preparado de marisco (300 ml.)
300 gr. de almejas
400 gr. de gambones y/o cigalas, galeras, etc.
1 tomate grande.
1 cebolla grande.
3 dientes de ajo
1 sobre de preparado de especias para paella.
1/2 vaso de brandy.
aceite de oliva

PREPARACIÓN:

Empezamos pelando los gambones, el resto de marisco que usemos prefiero dejarlo con su cáscara. Reservamos los cuerpos, las cabezas y cáscaras las ponemos en una olla junto con el caldo de pescado y un vaso de agua (para compensar la evaporación) y  lo llevamos al fuego hasta que hierva durante por lo menos 10 minutos.

Mientras tanto vamos picando la cebolla y el ajo sofriéndolo  en una sartén. Cuando esté dorada la cebolla añadimos el tomate rallado (sin piel) y dejamos que se haga hasta que esté todo bien sofrito.

En la olla exprés  ponemos un poco de aceite y añadimos todo el marisco (menos las almejas), lo salteamos un poco y añadimos el brandy con el que flambearemos todo removiendo bien hasta que se apague solo por falta de alcohol. Una vez apagado retiramos el marisco  y dejamos en la olla el líquido que haya quedado. Añadiendo entonces el sofrito de cebolla, ajo y tomate, colamos el caldo de pescado y lo añadimos a la olla también, junto con el sobre de preparado de especias y por último añadimos también el brick de crema de marisco.  Si no encontráis crema de marisco, podéis usar preparado para sopa de bogavante o similar (en casi todos los supermercados hay algún producto similar), la finalidad es potenciar el sabor a marisco y lo único a tener en cuenta que entre los ingredientes no venga ya incorporada la nata. Cerramos la olla exprés y la dejamos al fuego hasta que silbe durante unos 8-10 minutos.

Pasado ese tiempo despresurizamos la olla y ya con ella abierta añadimos el marisco que teníamos reservado (las almejas las abro primero aparte al vapor, para eliminar si hay alguna muerta o con arena o también si se desea para retirar la cáscara.

Añadimos también el arroz y dejamos cocer a fuego medio durante 18 minutos. Debemos ir controlando que no se quede sin caldo, si no no haría honor a su nombre. En principio con el litro de caldo de pescado más el concentrado de crema de marisco debería ser suficiente, aunque si hace falta se puede añadir un poco más de agua, siempre caliente para no romper el  hervor.

No suelo usar sal porque el caldo de pescado y el preparado de marisco ya incorporan sal, aunque si tenemos que añadir agua es posible que haya que añadir un poco, por lo que conviene ir probándolo antes que finalice la cocción.