Esta receta de salsa mahonesa de tomate, en realidad no se si es ese su nombre, he estado buscando por la red y no he encontrado nada así que igual existe y se llama de otra forma, yo suelo hacerla para preparar tapas y roscas, por ej. una tapa con una rebanada de pan, esta salsa untada y encima un poco de palometa o bacalao ahumados, jamón, etc., queda de lujo y no puede ser más sencillo.

Esta salsa es muy simple, la única dificultad radica en conseguir que salga espesa, pues no siempre se emulsiona a la primera el aceite, pero aun así, se puede aprovechar si no queda bien espesa pues el sabor no varia mucho.

INGREDIENTES:

1 Tomate mediano bien rojo.
1 Diente de ajo.
Aceite de oliva
Sal

PREPARACIÓN:

Pelamos por completo el tomate y lo echamos en el vaso de la batidora, después pelamos el diente de ajo, le quitamos el centro y lo añadimos al tomate, si no nos gusta mucho el ajo o sale muy fuerte se puede añadir solo la mitad del ajo. la cantidad de aceite siempre la calculo a ojo, por eso no pongo cantidad, también porque esta varia en función del tamaño del tomate, yo lo que hago es añadir aceite hasta casi cubrir el tomate, pero hay que tener cuidado con esto si el vaso de la batidora es muy ancho. Ya por último añadimos un poco de sal al gusto.

Una vez todos los ingredientes juntos, metemos la batidora sin poner en marcha y empujamos hasta el fondo intentando aplastar el tomate lo máximo posible y entonces la ponemos en marcha siempre manteniéndola lo más abajo posible y sin subir y bajar, abajo del todo. Seguimos batiendo a velocidad moderada y sin mover la batidora en niguna dirección, hasta que por completo se haya mezclado todo, teóricamente se debe haber emulsionado el aceite con el resto de ingredientes y quedar una textura similar a la de la mahonesa de huevo.

Ya la tenemos lista para usar a conveniencia. En los próximos días pondré una receta que hago habitualmente con ella.