La receta de gambas al ajillo es posiblemente una de las más fácil de preparar y a la vez una de las más maltratadas en la cocina, en muchos casos incluso en cocinas de restaurantes que no les importa usar desde gamba pelada y congelada hasta aceites de mala calidad. Para que queden bien basta con usar un aceite de oliva virgen extra de calidad y usar gambas frescas o en su defecto si han sido congeladas que no estén peladas.

INGREDIENTES:

500 gr. de Gambas frescas
150 ml. de aceite de oliva virgen extra Echinac
6 o 7 dientes de ajo
1 guindilla
sal

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PREPARACIÓN:

Empezamos limpiando y troceando los ajos, aunque no es imprescindible a mi me gusta majarlos un poco en el mortero, pero si no se pueden trocear en láminas no demasiado finas. Una vez listos los ajos los dejamos macerando en la mitad del aceite. Cortamos la guindilla en trozos y la dejamos macerar junto con los ajos. Continuamos pelando las gambas y reservando los cuerpos por un lado y las cabezas por otro.

En una sartén echamos la mitad del aceite (el que no  tiene los ajos) y cuando empiece a calentar echamos las cabezas de las gambas, dejamos que se frian removiendo constantemente y aplastándolas un poco con la paleta, cuando cambien de color, las sacamos de la sartén bien escurridas. Juntamos las de nuevo las dos partes de aceite con los ajos y la guindilla en la sartén y freímos hasta que el ajo empiece a dorar. En ese punto añadimos las gambas y sal al gusto. Una vez que cambien de color ya están listas para disfrutar.


Esta tarta es una verdadera delicia apta sólo para los más golosos, no tiene gran dificultad su preparación, aunque quizá sí es un poco entretenida de preparar, sobre todo a la hora de montarla. El bizcocho queda muy esponjoso y jugoso gracias en parte al sirope dorado o golden syrup, una melaza clara de azucar refinada que podéis encontrar en las tiendas especializadas en productos internacionales, si no también se puede sustituir por jarabe de maíz quizá más fácil de encontrar. En la decoración he usado escamas de chocolate, la idea era darle un aspecto a la tarta muerte por chocolate (una receta que tengo pendiente desde hace mucho tiempo), pero se pueden sustituir por fideos de chocolate o incluso prescindir si no los encuentras.

INGREDIENTES:

180 gr. harina para bizcochos.
3 cucharadas grandes de cacao puro en polvo
1 cucharadita de baking powder (levadura royal)
1 cucharadita de bicarbonato
120 gr. de azucar
180 gr. de Goden Syrup.
150 ml de mantequilla
150 ml de leche
3 huevos.

Para el relleno:
500 gr. de chocolate para fundir
500 ml de nata
2 Cucharadas de golden syrup.

Escamas o fideos  de chocolate para decorar. (Opcional)

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PREPARACIÓN:

Empezamos mezclando bien todos los ingredientes secos (harina, cacao, levadura, bicarbonato, azúcar) y por otra parte derretimos la mantequilla y mezclamos con el golden syrup y la leche. Cascamos los huevos y separamos las claras de las yemas. Batimos bien las yemas e incorporamos con el resto de líquidos, y las claras las batimos hasta que esponjen un poco, no hace falta montarlas, lo mezclamos con los líquidos y estos por último ya con los secos hasta que quede todo completamente mezclado.

Una vez hecha la mezcla, engrasamos un molde de unos 23 cm. echamos la mezcla y lo llevamos al horno (previamente precalentado) durante 35-40 minutos a 190º. Estará listo cuando pinchemos el centro con un cuchillo y este salga limpio, si pasados los 40 minutos sigue sin salir seco lo dejamos el tiempo de más que haga falta, los tiempos pueden variar según el horno.

Una vez listo el bizcocho lo dejamos enfriar y desmoldamos, mientras se enfría preparamos el relleno, para ello, fundimos el chocolate en un cazo a fuego lento o mejor al baño maría y cuando funda le añadimos la nata y el golden syrup. Lo mezclamos bien todo y quitamos del fuego.

Una vez frio el bizcocho lo desmoldamos si no lo habíamos hecho antes y aquí viene el paso más delicado, con cuidado y un cuchillo grande lo cortamos por la mitad transversalmente y con cuidado intentando que no se rompa pasamos una mitad a un plato. Para que sea más fácil de rellenar, la otra mitad la podemos meter en un molde desmontable del mismo tamaño, si no disponemos de uno desmontable, lo podemos hacer si el.  Ponemos una capa del relleno de aproximadamente 1 cm sobre la primera mitad del bizcocho y luego con cuidado ponemos el otro trozo de bizcocho encima y lo llevamos a la nevera durante media hora. Después desmoldamos bien y con lo que nos queda de relleno cubrimos todo el bizcocho por arriba y por los lados. Si durante el proceso se nos parte algún trozo de bizcocho, podemos usar una fina capa de relleno como "pegamento" para recomponerlo, como luego va cubierto por completo no se notará.

Por último decoramos con los fideos o escamas de chocolate. Para que sea más fácil podemos usar un cartoncito para pegar el decorado por los lados y que se quede pegado a la cobertura. Lo guardamos en la nevera hasta la hora de tomar.