Esta forma de hacer patatas a la panadera, es ideal para una guarnición que acompañe a cualquier tipo de carne o pescado, salen muy sabrosas y al usar poco aceite también con menos calorías que haciéndolas en una sartén cubiertas de aceite, como se explican en la mayoría de sitios. A mi personalmente (ya se que es raro) las patatas apenas me gustan y rara vez las preparo de ninguna manera, siempre suelo usar como guarnición menestra de verdura, en cambio de esta forma me encantan y últimamente siempre acompaño la carne y el pescado de esta forma.

Los ingredientes son para dos personas, para usar como guarnición, si se desea como plato único, duplicar los ingredientes.

INGREDIENTES:

3 Patatas medianas
1 cebolla pequeña
3 o 4 dientes de ajo
Sal
Pimienta
Pimiento de asar (opcional)

PREPARACIÓN:

Empezamos, cortando la cebolla en juliana (a tiras) y haciendo una cama en la bandeja del horno, después pelamos las patatas cortándolas en laminas no muy gruesas y añadimos por encima de la cebolla, procurando no amontonar muchas patatas encima de otras. Por último cortamos el ajo en trocitos pequeños y lo repartimos por encima de las patatas. Opcionalmente podemos cortar el pimiento de asar (también puede valer verde) en tiras y lo agregamos por encima. Salpimentamos bien y añadimos un chorreón de aceite de oliva por encima aproximadamente 4 o 5 cucharadas, lo justo para manchar todas las patatas.

Lo metemos en el horno a 200 ºC durante unos 40 minutos, este tiempo puede variar en función del horno y lo gruesas que hayas cortado las patatas, por lo que es aconsejable que a partir de los 30 minutos o así le vayas echando un vistazo y probándolas de vez en cuando a ver si ya están hechas. Una vez finalizado escurrimos el aceite y ya podemos servirlas.

CALABAZA FRITA



El otro día me dieron una calabaza de casi dos kilos de peso y no sabía muy bien como prepararla, estuve buscando por Internet diversas recetas y preguntando a conocidos. En principio en la mayoría de las recetas que encontré, se indicaba que en el aceite que vamos a freír la calabaza, antes freír ajo, chorizo o longaniza y panceta, retirarlos y freír en ese aceite la calabaza, pero por último un conocido me dijo que para que la receta fuese menos grasienta y por tanto más light en vez de eso preparara una aliño de ajo y especias y así lo hice.

INGREDIENTES:

500 g. de calabaza por persona.
5 dientes de ajo
2 huevos
2 cucharaditas de vinagre
Orégano
Comino molido
Pimentón (dulce o picante según guste)
Pimienta
Aceite
Sal
Unas gotas de tabasco (opcional)


-->
PREPARACIÓN:

Empezamos pelando la calabaza y limpiándola de semillas y hebras, una vez limpia la vamos troceando haciendo daditos (cuanto más pequeños más rápido se hará). En una sartén añadimos un chorreón de aceite, no mucho, lo justo para manchar todo el suelo y agregamos la calabaza, salpimentamos y lo dejamos a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que la calabaza se vaya desmenuzando.

Mientras tanto, vamos a preparar el aliño, pelamos los dientes de ajo y lo hacemos trocitos pequeños, lo añadimos al mortero junto con el vinagre, orégano, comino, pimentón y si se desea un poco de tabasco para darle un toque picante y majamos todo bien en el mortero hasta que se entremezclen bien los sabores.

Cuando la calabaza esté completamente desmenuzada, hacemos un hueco en el centro de la sartén y añadimos el aliño, mezclándolo poco a poco con la calabaza, dejamos unos minutos más sin dejar de remover que se vaya haciendo a fuego lento.

Por último batimos bien los dos huevos y los esparcimos por encima y continuamos mezclando, hasta que el huevo esté hecho. Sale para chuparse los dedos.

Como he dicho al principio, si se quiere se puede acompañar con bacón, chorizo o longaniza fritos e incluso freírlos antes en el mismo aceite que vamos a hacer la calabaza, pero ya no tendremos un plato bajo en calorías y grasas, yo sólo tenía por casa chorizo de pavo, y lo usé para acompañar y aunque supongo no es lo mismo, la verdad es que ligaron muy bien los sabores y siguió siendo una receta baja en calorías :-)




















Un plato sano y sorprendente por lo simple y por lo bueno y además muy sano. Es uno de mis preferidos, lo suelo preparar como mínimo una o dos veces en semana. Siempre que alguien lo ha probado en casa se ha sorprendido, bueno primero ha sido reacio a probarlo y le ha sorprendido, pero una vez se han decidido a todo el mundo le ha encantado. En mi casa desde niño mi madre siempre lo preparaba. El único secreto para que quede bueno es la forma de cortar la naranja y usar un aceite virgen extra, se puede preparar con mandarinas, clementinas o naranjas, las mejores son las de comer, conocidas popularmente como “guachis” o “washingtona” aunque vale cualquier otra. A mi me gusta más con mandarinas porque sueltan más zumo y al mezclarse con el aceite queda exquisito para mojar pan pero con naranja se prepara mucho más rápido

Atrévete a probarlo, no te arrepentirás, lo puedes tomar como entrante como cualquier otra ensalada, o como segundo plato, acompañado de otros platos como unas migas. Ah! Y es obligatorio e imprescindible mojar pan.

INGREDIENTES:

2 Naranjas de tamaño medio o  6  Mandarinas, clementinas
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta
Sal
1 lata de Atún o Melva (opcional)

PREPARACIÓN:

La preparación no puede ser más simple, como he dicho antes el único secreto es la forma en la que cortar las naranjas o mandarinas, una vez eliminada la piel, no las desgajaremos, haremos cortes transversales a la dirección de los gajos, sin deshacer estos, la idea es que suelte todo el zumo posible sin exprimir la fruta. Este zumo mezclado con un buen aceite es lo que le dará ese sabor tan espectacular. Una vez cortadas, regaremos con abundante aceite, vuelvo a repetir, es muy importante que sea un aceite bueno y con sabor. Salpimentamos al gusto y si se desea se puede añadir una lata de atún o melva desmenuzado, a la que previamente habremos escurrido el aceite para no mezclarlo con el nuestro que en principio será de mucha más calidad que el de la conserva. Si lo pruebas repites seguro.