La tarta de tres chocolates es posiblemente una de las tartas más fáciles de preparar, que mejor aspecto presentan y que gustan prácticamente a todo el mundo, se podría decir que en relación dificultad, aspecto y sabor es difícil encontrar algo mejor. Quizá la única pega, por ponerle una es que al no llevar cocción hay que prepararla de un día para otro, pues hay que dejarla reposar durante 24 horas. Si hay niños en casa es una tarta ideal para preparar con niños debido a su sencillez.

INGREDIENTES:

150 gr. de chocolate negro
150 gr.  de chocolate blanco
150 gr. de chocolate con leche.
1/2 litro de leche entera.
1 litro de nata.
3 sobres de cuajada.
125 gr. de azúcar.

1 paquete de galletas maria.
90 gr. de mantequilla
Ralladura de naranja (opcional)

PREPARACIÓN:

Necesitamos un molde que sea fácilmente desmoldable, yo uso uno de 23 cm. desmontable, le pongo papel vegetal en la base y las paredes las unto con un poco de mantequilla. Al montarlo se queda fijado el papel al fondo.

Una vez preparado el molde el primer paso triturar las galletas hasta dejarlas hechas harina. Derretimos la mantequilla y la añadimos a las galletas molidas. Si deseas darle un toque distinto, añade también la ralladura de la piel de una naranja e incluso un chorrito de zumo de naranja aunque esto es todo opcional. Vertimos esta mezcla en el molde  y la extendemos bien intentando cubrir uniformemente toda la base del molde y dejarla compacta. Guardamos el molde en el frigorífico y continuamos con las siguientes capas.

Empezamos mezclando el litro de nata con el medio de leche lo mezclamos todo bien y hacemos 3 partes iguales.

El orden de las capas podemos elegir el que más nos guste, el procedimiento es prácticamente igual para cada uno, sólo varía la cantidad de azúcar ya que cada chocolate necesita más o menos azúcar.

Capa de chocolate con leche:

Cogemos una parte de la leche y nata, le añadimos el chocolate derretido, un sobre de cuajada y 50gr. de azúcar. lo mezclamos bien y  ponemos al fuego durante 8 minutos aprox. Cuando la tengamos lista vertemos la mezcla en el molde encima de la base de galleta y la volvemos a llevar al frigorífico por 10 o 15 minutos antes de ponernos con la siguiente capa.

Capa de chocolate blanco:

Procedemos igual que en el anterior caso sólo que esta vez sin azúcar o con muy poca. Derretimos el chocolate lo incorporamos a una de las partes de nata y leche, añadimos el sobre de cuajada, mezclamos bien y lo ponemos al fuego durante 8 minutos sin dejar de remover. Antes de añadir la siguiente capa, con ayuda de un tenedor hacemos unos surcos (no muy profundos) sobre la primera capa, esto hará que a la hora de servirla y desmoldarla no resbalen una capa sobre otra. Una vez hechos los surcos incorporamos con mucho cuidado la segunda capa e igual que antes la llevamos 10 o 15 minutos al frigorífico antes de ponernos con la otra capa.

Capa de chocolate negro:

Pues esta capa es igual que las dos anteriores solo que ahora incorporamos el resto del azúcar (75 gr.) pues el chocolate negro es un poco más amargo. Igual que antes una vez hayamos mezclado el chocolate derretido con la tercera parte de leche y nata, el azucar y el sobre de cuajada, lo ponemos al fuego durante 8 minutos y  antes de incorporarlo al molde, volvemos a rallar la superfice de la anterior capa con un tenedor y por último añadimos la última capa con cuidado y lo llevamos al frigorífico durante al menos 24 horas antes de servir.

Si se desea se puede decorar con fideos de chocolate o de colores, tened en cuenta esto a la hora de elegir el orden de las capas, pues si decoras con fideos de chocolate y la última capa es la negra, apenas se va a notar, en tal caso pon mejor arriba la capa de chocolate blanco, en cambio si vas a decorar con fideos de colores pues igual queda mejor arriba una capa más oscura. Esto ya a gusto de cada cual.
Hace muchos años un amigo que estudiaba en Granada, me dijo que la calidad de los bares él las medía por lo buena que fuese su tapa de carne en salsa. Y es que hay tantas recetas de carne en salsa (de tomate) como bares y hogares. Cada una lleva una mezcla de verduras diferentes en cantidad y variedad y diferentes especias. Os voy a dejar esta receta que aprendí hace tiempo y que poco a poco he ido mejorando, no es la mejor ni la peor, pero gusta a casi todo el mundo. Para esta receta lo habitual es carne de ternera, pero se puede usar indistintamente pollo o cerdo, en cualquier caso buscaremos la carne que menos grasa tenga o la limpiaremos en casa de cualquier trozo de grasa o impureza.

Con los siguientes ingredientes rinde para 3-4 personas, yo siempre lo hago así porque lo que sobra lo aprovecho para otros días.

INGREDIENTES:

1 kg. de Carne en dados pequeños.

3 pimientos verdes (Italianos).
1 pimiento rojo.
2 cebollas medianas
3 dientes de ajo.

2 briks de tomate frito (500 gr.)
1 Vaso de vino tinto.
1/2 Vaso de caldo de pollo.
2 hojas de laurel
1 cucharada de tomillo.
Aceite de oliva.
Pimienta
Nuez Moscada
Sal.

PREPARACIÓN:

Empezamos picando toda la verdura en trocitos pequeños. En una sartén grande ponemos aceite de oliva, aproximadamente 2  o 3 cucharadas, lo justo para cubrir el fondo, la ponemos al fuego y echamos la carne con un poco de pimienta y nuez moscada. La hacemos hasta que cambie de color 2 o 3 minutos.. Retiramos la carne bien escurrida y la reservamos. En la misma sartén añadimos la verdura y si hiciera falta un poco más de aceite. Dejamos hacer toda la verdura a fuego medio y removiendo de vez en cuando hasta que la cebolla cambie de color y el pimiento esté blando, alrededor de 10 minutos.


Una vez que la verdura está hecha, le añadimos de nuevo la carne, el tomillo y el laurel y el vaso de vino y la dejamos al fuego hasta que reduzca casi por completo. Por último añadimos el tomate frito y el caldo de pollo, rectificamos de sal (ojo que el caldo de pollo ya aporta sal) y lo dejamos a fuego suave hasta que se reduzca por completo y quede una salsa espesa.

Si usamos carne de pollo no es necesario y con el cerdo casi que tampoco, pero con la ternera a mi me gusta hacer este último paso en la olla exprés, durante 7 minutos, para que así quede la carne más tierna. Después dejamos cocer con la olla abierta hasta que la salsa tome la consistencia deseada.

En esta receta suelo usar tomate frito por comodidad y porque el resultado es bastante bueno pero si queréis podeis usar tomate natural, tan sólo sería quitarle la piel y añadirlo troceado (yo le quito las pepitas) a mitad de cocción del resto de verduras. Opcionalmente  si queréis una salsa más fina y sin trozos o grumos podéis moler toda la salsa con una batidor o incluso pasarla por un chino para que quede suave y fina.