El pan de jamón es un pan relleno de jamón de york, tocineta sofrita (bacon), pasas y aceitunas rellenas de pimiento. Proviene de Venezuela y aunque se suele tomar durante todo el año es muy típico de la Navidad. Es una creación de principios del siglo XX y hoy en día se puede encontrar con distintos rellenos todos normalmente combinan los sabores dulces y salados.

Esta receta es muy fácil de hacer, quizá lo más complejo o mejor dicho más trabajoso, es preparar la masa, aunque podemos hacer un poco de trampa y saltarnos este paso pues en 
el mercado encontramos cantidad de masas de hojaldre de buena calidad que nos van a facilitar el trabajo y ahorrar mucho tiempo. En este caso yo no he usado bacon para que quede más ligero, aunque se puede formar el relleno con aquello que más nos guste, queso, pavo, etc.

INGREDIENTES:

1 Lámina de masa de hojaldre cuadrada.
6 Lonchas de jamón de york
40 Gr. de mantequilla
1 Cucharada de azúcar.
20 Aceitunas
20 Pasas
1 Yema de huevo


PREPARACIÓN:

Empezamos extendiendo la masa sobre una hoja de papel vegetal y pinchando con un tenedor la misma para que no crezca demasiado. Derretimos la mantequilla y la mezclamos con el azúcar y con una brocha extendemos sobre la masa.  Colocamos el jamón de york sobre masa, dejando libres los bordes para poder cerrar la masa. Por último esparcimos las aceitunas y pasas por encima.

Ayudándonos del papel vegetal vamos enrollando la masa sobre si misma y cerrando bien al final y plegando por los bordes para que no se abra al empezar a cocer. Por último batimos bien la yema de huevo y con una brocha la untamos por toda la superficie y horneamos apróximadamente durante 25-30 minutos en el horno previamente precalentado a 190º.



La gastronomía cajún proviene de la cocina tradicional de los descendientes franco-canadienses, expulsados de Acadia tras la incorporación de los territorios franceses en Canadá a la Corona Británica y que hoy en día se encuentra en su mayoría en el Estado de Luisiana. Se trata de una cocina rústica y de fuertes sabores. motivados en parte por sus especias, una mezcla de varias especias (cayena, oregano, tomillo, pimienta, pimentón, etc.) que podéis hacer vosotros mismos (en los ingredientes dejo las cantidades de la mezcla) o comprar ya hecha, en cualquier tienda especializada en productos internacionales debe ser fácil de encontrar. La mezcla de especias cajún es bastante suave y al contrario que pasa con otras especias esta suele gustar a casi todo el mundo.

Las patatas cajún es posiblemente uno de los platos más conocidos por su facilidad para ser preparado además de por su excelente resultado. Se pueden servir con algún tipo de salsa o hasta con yogur líquido.

INGREDIENTES:

2 Patatas nuevas por persona.
3 Cucharadas de aceite de oliva
Especias cajún
Sal (comprobar que la mezcla de especias no lleva sal)

Para la mezcla cajún:

1 Cucharadita de cayena molida.
1 Cucharadita de orégano seco
2 Cucharaditas de tomillo seco
1 Cucharadita de pimienta negra molida
3 Cucharaditas de pimentón
1 Cucharadita de comino molido
2 Cucharaditas de ajo seco triturado
2 Cucharaditas de cebolla seca molida
1 Cucharadita de nuez moscada molida
1 Cucharadita de jengibre en polvo
1 Cucharadita de canela molida
1 Cucharadita de cardadomo molido
1 Cucharadita de cúrcuma
3 Cucharaditas de sal fina



PREPARACIÓN:

Lavamos bien las patatas y sin pelar las cortamos en gajos, las salamos, si la mezcla de especias no lleva sal y reservamos. En una fuente mezclamos el aceite con las especias cajún. Las cantidades de aceite y especias depende un poco de la cantidad de patatas yo suelo usar una cucharada de aceite y especias por patata aproximadamente pero esto un poco al gusto de cada cual. Mezclamos bien las patatas con el aceite y las especias.

Vamos precalentando el horno a 180º y mientras tanto cubrimos la fuente del horno con papel vegetal y esparcimos las patatas por la fuente. Ya sólo nos queda hornear durante 40 minutos aproximadamente o hasta que comprobemos que las patatas están tiernas.


El arroz caldoso, al contrario que otras recetas de arroz y como su propio nombre indica se sirve con caldo, en lugar de dejar que este sea absorbido por completo por el arroz. Admite multitud de variantes y es mucho más fácil de preparar que los arroces secos tipo paella o a banda, etc. ya que no hay que ser tan exactos con el agua y es más fácil dejar el arroz en su punto y pleno de sabor. Esta es la receta que yo hago habitualmente y he de reconocer que hago un poco de trampa, pues para potenciar el sabor, además del caldo de pescado (fumet), uso preparado para hacer crema de marisco concentrada (sin nata), que viene ya lista para preparar desde una salsa americana a una sopa de marisco o crema de marisco.

Además suelo añadir algo de marisco, gambones y algo más, según lo que encuentre ese día por la pescadería. Las galeras le dan muy buen sabor aunque no es fácil encontrarlas, si no añado alguna cigala, almejas, etc. o si no veo nada de mi agrado solo los gambones, en total sobre 400-500 gr de marisco.

Las cantidades son para dos personas o tres  (siempre procuro que sobre un poco por si se quiere repetir)

INGREDIENTES:

175 Gr. Arroz bomba
1 litro de caldo de pescado
1 brick de preparado de marisco (300 ml.)
300 gr. de almejas
400 gr. de gambones y/o cigalas, galeras, etc.
1 tomate grande.
1 cebolla grande.
3 dientes de ajo
1 sobre de preparado de especias para paella.
1/2 vaso de brandy.
aceite de oliva

PREPARACIÓN:

Empezamos pelando los gambones, el resto de marisco que usemos prefiero dejarlo con su cáscara. Reservamos los cuerpos, las cabezas y cáscaras las ponemos en una olla junto con el caldo de pescado y un vaso de agua (para compensar la evaporación) y  lo llevamos al fuego hasta que hierva durante por lo menos 10 minutos.

Mientras tanto vamos picando la cebolla y el ajo sofriéndolo  en una sartén. Cuando esté dorada la cebolla añadimos el tomate rallado (sin piel) y dejamos que se haga hasta que esté todo bien sofrito.

En la olla exprés  ponemos un poco de aceite y añadimos todo el marisco (menos las almejas), lo salteamos un poco y añadimos el brandy con el que flambearemos todo removiendo bien hasta que se apague solo por falta de alcohol. Una vez apagado retiramos el marisco  y dejamos en la olla el líquido que haya quedado. Añadiendo entonces el sofrito de cebolla, ajo y tomate, colamos el caldo de pescado y lo añadimos a la olla también, junto con el sobre de preparado de especias y por último añadimos también el brick de crema de marisco.  Si no encontráis crema de marisco, podéis usar preparado para sopa de bogavante o similar (en casi todos los supermercados hay algún producto similar), la finalidad es potenciar el sabor a marisco y lo único a tener en cuenta que entre los ingredientes no venga ya incorporada la nata. Cerramos la olla exprés y la dejamos al fuego hasta que silbe durante unos 8-10 minutos.

Pasado ese tiempo despresurizamos la olla y ya con ella abierta añadimos el marisco que teníamos reservado (las almejas las abro primero aparte al vapor, para eliminar si hay alguna muerta o con arena o también si se desea para retirar la cáscara.

Añadimos también el arroz y dejamos cocer a fuego medio durante 18 minutos. Debemos ir controlando que no se quede sin caldo, si no no haría honor a su nombre. En principio con el litro de caldo de pescado más el concentrado de crema de marisco debería ser suficiente, aunque si hace falta se puede añadir un poco más de agua, siempre caliente para no romper el  hervor.

No suelo usar sal porque el caldo de pescado y el preparado de marisco ya incorporan sal, aunque si tenemos que añadir agua es posible que haya que añadir un poco, por lo que conviene ir probándolo antes que finalice la cocción.


Como sucede con tantas otras recetas, el carpaccio nació un poco de la casualidad. Aunque no se sabe con total seguridad su origen, se dice que se inventó durante los años 30 en Harry’s Bar de Venecia. Según parece una condesa habitual del local, pidió por prescripción médica un plato con carne cruda. Giuseppe Cipriani, propietario del bar, ideo este plato que en su origen eran finas láminas de solomillo de buey aderezado con mostaza, mayonesa y salsa perrys. La condesa quedó encantada con la receta y al preguntar por su nombre, el propietario dijo "Carpacio de Buey" Pues los colores de la receta le recordaron a los cuadros del pintor Vittore Carpaccio, cuyas obras se caracterizaban por la profusión de los colores rojo y amarillo.

Hoy en día la receta ha ido evolucionando y se hace con diferentes ingredientes, desde pescados hasta frutas. Como no tenía solomillo de buey, yo he hecho la receta con un solomillo de ternera. Al ser una receta de origen italiano, normalmente se usa queso italiano en lascas, bien Granna Padano o Parmesano. Yo como no tenía esos tipos de queso por casa usé queso manchego y el resultado fue exquisito.

Su preparación es muy simple y el resultado exquisito, su única dificultad radica en el corte para lo que deberéis contar con un cuchillo bien afilado y un poco de habilidad para cortarlo lo más fino posible. Si contáis con una máquina de cortar embutido seguro que os resulta más fácil.

INGREDIENTES:

150 gr. de solomillo de buey o ternera por persona.
Aceite de oliva virgen extra.
1/2 limón.
Pimienta negra molida
Queso curado (Parmesano, Manchego, Granna padano, etc.)


PREPARACIÓN:

Empezamos limpiando el solomillo de toda la grasa que pueda tener, y lo salpimentamos en abundancia. Acto seguido lo envolvemos bien en papel film procurando darle forma redonda y lo llevamos al congelador por al menos 3 horas. La única finalidad de congelarlo es facilitar luego su corte y que este pueda ser lo más fino posible. Si ya está congelado previamente debes sacarlo un rato antes para que empiece a descongelar si no hecho una piedra será imposible cortarlo.

Ahora viene la parte más delicada, con  un cuchillo bien afilado y mucho tacto lo cortamos en finísimas lonchas, lo más finas que podamos y lo vamos colocando en un plato llano o bandeja.

Una vez cortado el solomillo, sólo nos queda aderezarlo, a mi me gusta con unas gotas de limón y la ralladura del mismo limón por encima. Un poco de pimienta y el queso en lascas.  Para conseguir el queso en lascas rápidamente lo que hago es ayudarme de un pelapatatas o  si no rallarlo con la parte más gruesa del rallador. Por último añadimos un fino hilo de aceite de oliva virgen extra por todo el carpaccio y listo para servir.


Los picantones son pequeñas hembras de pollo campero seleccionadas con apenas un mes de vida, por lo que su carne es especialmente tierna y jugosa. Generalmente son de ración por lo que necesitaremos un picantón por persona.

INGREDIENTES:

1 Picantón por persona.
1 Limón por persona.
500 ml. de caldo de pollo.
200 ml. de brandy.
Tomillo
Pimienta
Sal.

PREPARACIÓN:

Empezamos limpiando si tienen alguna plumilla, y pasándolo un poco por agua, salpimentamos por dentro y fuera y añadimos igualmente tomillo o cualquier otra hierba aromática al gusto (romero, laurel, etc.). Partimos el limón por la mitad y lo colocamos dentro de la barriga. La otra mitad la cortamos en rodajas y lo repartimos por la fuente.

Ponemos el brandy en la fuente y lo metemos al horno (precalentado) a 180º durante 50-60 minutos. Al cabo de 10 minutos le damos la vuelta y tras 5 minutos más, añadimos el caldo de pollo y lo dejamos por lo menos 40 minutos más, dándole la vuelta a mitad de tiempo más o menos. Al cabo de 50-60 minutos podemos sacarlo ya, aunque si lo preferimos más hecho podemos dejarlo un poco más rato, si se hubiese gastado el caldo podemos añadir un poco más.

Por último servimos el pollo en cada plato y el caldo de la fuente lo pasamos a una sartén y lo ponemos a calentar hasta que reduzca un poco. Si se quiere se puede espesar con un poco de maicena. Servimos la salsa en una salsera junto los picantones para que cada cual se sirva al gusto.


Para aquellos que no gusta demasiado la ternera, esta es una perfecta alternativa al más conocido "Estofado de ternera", además es mucho más light. Aunque como ocurre con todos los cocidos y estofados, parece una receta compleja, en realidad es muy fácil y rápida si usamos una olla exprés.

INGREDIENTES:

500 gr. de Pavo en trozos.
500 ml. de caldo de carne o verduras.
250 ml. de vino
1 cebolla
2 puerros
2 dientes de ajo
1 patata
2 zanahorias.
Aceite de oliva.
Romero.
Pimienta.
Sal.



PREPARACIÓN:

Empezamos cortando la cebolla y el ajo en trocitos pequeños y lo vamos salteando con un poco de aceite, mientras se va dorando picamos el puerro también en fino, las zanahorias en rodajas y la patata en gajos y los añadimos a la sartén junto con el romero (también se puede añadir  un poco de tomillo o prescindir de ambos) y dejamos rehogar 7 u 8 minutos removiendo de vez en cuando.

Mientras tanto,  en la olla exprés echamos un poco de aceite, como para cubrir el suelo y la ponemos al fuego. Cuando esté caliente añadimos la carne, previamente salpimentada y la doramos un poco para sellarla. Añadimos el vino (a mi me gusta más el vino blanco pero podemos usar indistintamente uno u otro) y cuando haya reducido añadimos las verduras que hemos rehogado en la sartén.

Por último añadimos el caldo a la olla y la cerramos, dejándola unos 8 minutos desde que empiece a "pitar". Una vez haya terminado de cocer despresurizamos la olla. Si vemos que ha salido muy líquido se puede dejar un rato cociendo con la olla abierta para que reduzca y espese un poco, ya al gusto de cada cual. Si se desea también se puede añadir una latita de guisantes en este punto y dejarlos cocer unos minutos.



El jurel también conocido como chicharro es un pescado azul rico en ácidos grasos omega-3 que contribuye a reducir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre, además está muy bueno se prepare como se prepare. Esta receta de hoy me la pasó un amigo y es del programa de Robinfood, la preparaban con Muxarra (sargo), pero en este caso encontré en la pescadería unos jureles de gran tamaño y le pedí al pescadero que le sacase los filetes y usé la misma receta para ellos, quedando excelentes.

INGREDIENTES:

2 Juereles hermosos por persona.
2 dientes de ajo 
3 cucharadas de tomate frito
2 guindillas cayenas
Aceite de oliva
Sal
Perejil picado
Vinagre de sidra

PREPARACIÓN:

Una vez límipio el pescado, lo sazonamos  y con una brocha lo untamos en aceite por dentro y por fuera. Engrasamos un poco la sartén o plancha donde lo vayamos hacer y lo ponemos del lado de la carne unos 4-5 minutos (depende del tamaño, si es un pez grande más tiempo). Pasado ese tiempo le damos la vuelta y lo dejamos del lado de la piel unos 6-7 minutos. Una vez hecho el pescado lo servimos todo en un plato llano.

Mientras vamos preparando la vinagreta, para ello en una sartén pequeña ponemos aceite suficiente para cubrir el fondo y añadimos el ajo fileteado. Cuando esté dorado el ajo lo echamos por encima al pescado que tenemos reservado en el plato.

En la misma sartén añadimos un poco de vinagre de sidra (dos cucharadas o así) y tras un par de segundos al fuego lo echamos también al pescado por encima.

Ahora viene el paso o pasos más importantes, con cuidado volcamos todo el líquido del plato otra vez a la sartén y de la sartén otra vez al plato echándolo por encima del pescado. Repetimos este proceso de pasar el aceite del plato a la sartén y viceversa tres veces más.  En el último vuelco antes de pasarlo al plato por última vez añadimos a la sartén el tomate frito, removemos bien  y lo echamos por encima del pescado que ya habremos servido en los platos individuales. Por último sólo queda espolvorear con perejil fresco bien picado y listo.

Este último paso parece un poco complejo pero es muy sencillo e importante para el resultado final, pues hará que el aceite se mezcle con los jugos del pescado y se forme una deliciosa salsa que es la clave de la receta.

Las judías verdes nunca fueron mi verdura preferida, por eso cuando me regalaron una bolsa llena no sabía muy bien que hacer con ellas. Había visto hace tiempo una receta con este aliño (Creo que en directo al paladar) que suelo usar bastante para verduras al vapor como brócoli, así que decidí prepararlas así y el resultado fue bastante bueno, mucho mejor que cocidas en agua. Este plato vale tanto como entrante, guarnición o incluso como plato único.

INGREDIENTES:

1 Kg. de judías verdes
100gr. de jamón serrano
1 diente de ajo
Aceite de oliva Echinac
Orégano
Sal

PREPARACIÓN:

Empezamos preparando las judías, para ello le cortamos ambas puntas y las partimos en dos o tres trozos, una vez listas le echamos sal al gusto y las cocemos al vapor hasta que queden tiernas. Se pueden cocer en agua pero al vapor conservan mucho mejor su sabor y propiedades.

Mientras se cuecen preparamos el aliño. Para ello pelamos el diente de ajo y le quitamos el centro para que no repita (puedes usar  medio ajo si no lo quieres muy fuere). Añadimos el jamón serrano (yo uso un paquetito de jamón picado), cubrimos de aceite y trituramos todo con la batidora.

Por último mezclamos las judías con el aliño y espolvoreamos con orégano al gusto y lo guardamos un par de horas en la nevera antes de servir.




Este pastel de berenjena es una receta fácil de preparar e ideal para quien no le gusta demasiado la berenjena pues apenas se nota y queda muy rico. Además se puede comer tanto frío como caliente. La carne del relleno puedes usar la que quieras, yo he usado carne de pavo y pollo, pero queda igualmente bueno con cerdo, ternera o cordero. Con estos ingredientes da para 2 o 3 personas.

INGREDIENTES:

1 Berenjena por persona.
1 Cebolla
1 Pimiento verde
400 gr. de carne picada
aceite de oliva Echinac
1 Brik de tomate frito
1 huevo
150 gr. queso rallado
Pimienta
Comino
Orégano
Guindilla
Sal


-->
PREPARACIÓN:

Se pica en fino la cebolla y el pimiento y se sofríe con aceite. cuando esté blando echamos la carne picada y le echamos las especias al gusto (pimienta, comino, orégano, guindilla y salamos).

Mientras se hace un poco la carne, pelamos las berenjenas y las cortamos en trozos finos. Cuando la carne empiece a cambiar de color añadimos las berenjenas y dejamos que se haga a fuego medio sin dejar de remover hasta que las berenjenas estén blandas.

Cuando las berenjenas estén blandas, retiramos la guindilla y le echamos un buen chorro de tomate frito y mezclamos todo bien. Acto seguido batimos un huevo y se lo añadimos sin parar de remover todo bien. Lo dejamos al fuego un par de minutos más sin dejar de remover hasta que el huevo cuaje bien.

Por último echamos todo en una fuente apta para horno, echamos queso rallado por encima y gratinamos en el horno.


La ensalada pico de gallo es típica de México y parte de Sudamerica y es un acompañante habitual en la mesa mexicana. La mezcla base es Tomate, cebolla y jalapeños (los colores de la bandera de México), todo cortado en daditos pequeños y aliñado con zumo de lima y cilantro, pero se le puede agregar todo tipo de frutas dulces (sandia, papaya, mango, etc) , aguacate, gambas, etc.

En este caso he preparado una a base de sandía, papaya y pimientos de distintos colores para darle un toque exótico y de color.  Además combina distintos sabores, dulce, ácido, picante..., muy refrescante para el verano.

INGREDIENTES:

1 Rodaja de sandia.
1 trozo de papaya.
1 Tomate pequeño
1/2 Cebolla morada
1/2 Pimiento rojo
1/2 Pimiento verde
1/2 Pimiento amarillo
1 ramito de cilantro.
2 limas
Jalapeño (al gusto)
Aceite de oliva
Sal

PREPARACIÓN:

La preparación no puede ser más sencilla empezamos cortando la sandia y la papaya en daditos,  como de un centímetro y el resto de ingredientes (tomate, cebolla y pimientos) en daditos aun más pequeños. Añadimos jalapeño también cortado muy fino, no indico cantidades pero cuidado que pica bastante, añádelo al gusto y por último picamos también muy fino el cilantro y exprimimos las limas y aliñamos con un poquito de aceite y sal. La receta original no lleva aceite pero a mi me gusta darle un toque Ibérico, será que no concibo una ensalada sin aceite :-)

Salmorejo


El salmorejo es una crema fria donde el tomate es la estrella, es la receta por excelencia de Cordoba, se suele servir como primer plato y es muy sano y fácil de preparar, las cantidades aunque las indico más abajo, son para que hacerse una idea,  normalmente las echo a ojo y voy probándolo y añadiendo un poco de uno u otro ingrediente hasta que encuentro el sabor que me gusta, pues el único secreto para preparar un buen salmorejo es que los ingredientes sean calidad pues no lleva ningún tipo de cocción. Por lo tanto el aceite de oliva debe ser de calidad excepcional y los tomates estén bien rojos pero sin estar pasados.

INGREDIENTES:

500 gr. de Tomates.
100 gr. de pan.
75 ml de Aceite de oliva virgen extra Echinac
1 diente de ajo.
Sal
Vinagre (Opcional)

Para servirlo:

Jamón picado al gusto.
1 Huevo cocido.

PREPARACIÓN:

Lavamos bien los tomates, si se quiere podemos escaldarlos en agua hirviendo y quitarles la piel e incluso las semillas, yo suelo pasarlos al final por un chino por lo que sólo le quito el corazón. Los troceamos y añadimos a la batidora, pelamos el ajo y quitamos el centro para que no repita y lo añadimos a la batidora junto con el pan bien remojado en agua hasta que esté blanco y por último añadimos el resto de ingredientes y batimos durante unos minutos hasta que quede todo completamente triturado, si se quiere se puede echar un poco de vinagre también, aunque yo no suelo echarlo. Lo vamos probando y rectificando hasta que esté a nuestro gusto. La textura debe ser más de una crema que de una sopa. Si queda muy espeso podemos añadir agua poco a poco o un poco más de pan si sale muy líquido.

Aunque no es imprescindible a mi me gusta pasarlo por el chino, queda muy fino y como no suelo pelarlo le quito la piel y las semillas que suelen amargar un poco.

Una vez listo lo guardamos en el frigorífico y lo servimos bien frio con jamón y huevo duros picados.





La receta de gambas al ajillo es posiblemente una de las más fácil de preparar y a la vez una de las más maltratadas en la cocina, en muchos casos incluso en cocinas de restaurantes que no les importa usar desde gamba pelada y congelada hasta aceites de mala calidad. Para que queden bien basta con usar un aceite de oliva virgen extra de calidad y usar gambas frescas o en su defecto si han sido congeladas que no estén peladas.

INGREDIENTES:

500 gr. de Gambas frescas
150 ml. de aceite de oliva virgen extra Echinac
6 o 7 dientes de ajo
1 guindilla
sal

-->
PREPARACIÓN:

Empezamos limpiando y troceando los ajos, aunque no es imprescindible a mi me gusta majarlos un poco en el mortero, pero si no se pueden trocear en láminas no demasiado finas. Una vez listos los ajos los dejamos macerando en la mitad del aceite. Cortamos la guindilla en trozos y la dejamos macerar junto con los ajos. Continuamos pelando las gambas y reservando los cuerpos por un lado y las cabezas por otro.

En una sartén echamos la mitad del aceite (el que no  tiene los ajos) y cuando empiece a calentar echamos las cabezas de las gambas, dejamos que se frian removiendo constantemente y aplastándolas un poco con la paleta, cuando cambien de color, las sacamos de la sartén bien escurridas. Juntamos las de nuevo las dos partes de aceite con los ajos y la guindilla en la sartén y freímos hasta que el ajo empiece a dorar. En ese punto añadimos las gambas y sal al gusto. Una vez que cambien de color ya están listas para disfrutar.


Esta tarta es una verdadera delicia apta sólo para los más golosos, no tiene gran dificultad su preparación, aunque quizá sí es un poco entretenida de preparar, sobre todo a la hora de montarla. El bizcocho queda muy esponjoso y jugoso gracias en parte al sirope dorado o golden syrup, una melaza clara de azucar refinada que podéis encontrar en las tiendas especializadas en productos internacionales, si no también se puede sustituir por jarabe de maíz quizá más fácil de encontrar. En la decoración he usado escamas de chocolate, la idea era darle un aspecto a la tarta muerte por chocolate (una receta que tengo pendiente desde hace mucho tiempo), pero se pueden sustituir por fideos de chocolate o incluso prescindir si no los encuentras.

INGREDIENTES:

180 gr. harina para bizcochos.
3 cucharadas grandes de cacao puro en polvo
1 cucharadita de baking powder (levadura royal)
1 cucharadita de bicarbonato
120 gr. de azucar
180 gr. de Goden Syrup.
150 ml de mantequilla
150 ml de leche
3 huevos.

Para el relleno:
500 gr. de chocolate para fundir
500 ml de nata
2 Cucharadas de golden syrup.

Escamas o fideos  de chocolate para decorar. (Opcional)

-->
PREPARACIÓN:

Empezamos mezclando bien todos los ingredientes secos (harina, cacao, levadura, bicarbonato, azúcar) y por otra parte derretimos la mantequilla y mezclamos con el golden syrup y la leche. Cascamos los huevos y separamos las claras de las yemas. Batimos bien las yemas e incorporamos con el resto de líquidos, y las claras las batimos hasta que esponjen un poco, no hace falta montarlas, lo mezclamos con los líquidos y estos por último ya con los secos hasta que quede todo completamente mezclado.

Una vez hecha la mezcla, engrasamos un molde de unos 23 cm. echamos la mezcla y lo llevamos al horno (previamente precalentado) durante 35-40 minutos a 190º. Estará listo cuando pinchemos el centro con un cuchillo y este salga limpio, si pasados los 40 minutos sigue sin salir seco lo dejamos el tiempo de más que haga falta, los tiempos pueden variar según el horno.

Una vez listo el bizcocho lo dejamos enfriar y desmoldamos, mientras se enfría preparamos el relleno, para ello, fundimos el chocolate en un cazo a fuego lento o mejor al baño maría y cuando funda le añadimos la nata y el golden syrup. Lo mezclamos bien todo y quitamos del fuego.

Una vez frio el bizcocho lo desmoldamos si no lo habíamos hecho antes y aquí viene el paso más delicado, con cuidado y un cuchillo grande lo cortamos por la mitad transversalmente y con cuidado intentando que no se rompa pasamos una mitad a un plato. Para que sea más fácil de rellenar, la otra mitad la podemos meter en un molde desmontable del mismo tamaño, si no disponemos de uno desmontable, lo podemos hacer si el.  Ponemos una capa del relleno de aproximadamente 1 cm sobre la primera mitad del bizcocho y luego con cuidado ponemos el otro trozo de bizcocho encima y lo llevamos a la nevera durante media hora. Después desmoldamos bien y con lo que nos queda de relleno cubrimos todo el bizcocho por arriba y por los lados. Si durante el proceso se nos parte algún trozo de bizcocho, podemos usar una fina capa de relleno como "pegamento" para recomponerlo, como luego va cubierto por completo no se notará.

Por último decoramos con los fideos o escamas de chocolate. Para que sea más fácil podemos usar un cartoncito para pegar el decorado por los lados y que se quede pegado a la cobertura. Lo guardamos en la nevera hasta la hora de tomar.


El puchero, es posiblemente el cocido por excelencia de Andalucía y gran parte de España, como ocurre con todas las recetas tradicionales, según la zona se prepara de una u otra forma. El puchero, en sus orígenes, era una comida campesina andaluza, y como tal, se aprovechaban todos lo restos por lo que fueron surgiendo platos derivados, desde sopa con el caldo a croquetas con la carne de pollo o Ropa Vieja o carne mechada con la carne de ternera.

Hoy en día no solemos tener por casa sobras ni restos de la matanza, por lo que debemos comprar los ingredientes principales. En el supermercado suelen vender ya bandejas preparadas para puchero, aunque personalmente prefiero ir a la carnicería y elegirlos personalmente. Al igual que hago con todos los cocidos, cuando preparo hago una olla hasta arriba y lo que sobra lo congelo para posteriores usos.

En mi caso no suelo echarle tocino, de ahí que en la lista de ingredientes lo ponga como opcional, pues la verdad es que apenas se nota su sabor y en cambio si hace mucho más graso y calórico el cocido,  no obstante es un ingrediente principal del puchero.

Suelo preparar el puchero en olla exprés, aunque no es imprescindible su uso, esta ahorra mucho tiempo. Los tiempos de cocción están indicados para olla exprés por lo tanto si usas olla normal, duplica o triplica los tiempos.

INGREDIENTES:

300gr. de garbanzos
2 muslos y contramuslos de pollo
1 trozo de jamón
1 trozo de costilla de ternera o cerdo
1 hueso de espinazo
1 hueso blanco
1 trozo de tocino seco (añejo)
2 zanahorias
2 patatas

Opcional:

1 trozo de tocino o pringá
Apio
1 nabo
1 puerro


-->
PREPARACIÓN:

Antes de nada lo primero que vamos a hacer es poner agua a hervir. La suficiente como para que cubra todos los ingredientes salados (tocino, huesos, añejo, etc.) Cuando el agua hierva metemos todos los ingredientes salados y dejamos que hierva por 1 o 2 minutos. Este proceso hará que pierdan su exceso de sal. Hay quien prefiere lavarlos bien bajo el grifo, pero a mi me enseñaron de esta forma y así lo hago :-)

La noche anterior debemos haber puesto los garbanzos en remojo (no vale usar los ya cocidos de bote), por lo que empezaremos escurriendo estos y dejándolos en la olla exprés, añadiéndole los ingredientes secos que hemos hervido en el punto anterior.

Una vez con todos los ingredientes (menos las verduras) en la olla, añadimos agua hasta cubrir todos los ingredientes y lo ponemos al fuego sin tapar la olla, cuando empiece a hervir quitamos la espuma que salga que son impurezas de los huesos y añejos, una vez limpio el caldo, seguimos cociendo con la olla tapada durante 30 minutos. Mientras tanto vamos limpiando y pelando las verduras que vayamos a usar. Pasados estos 30 minutos, despresurizamos la olla y seguimos cociendo con la olla abierta, añadimos las verduras  y dejamos cocer durante aproximadamente 20 o 25 minutos más, hasta que la patata y zanahoria estén blandas. Aunque hay quien añade todas las verduras enteras, a mi me gusta trocear la zanahoria y hacer cuartos la patata.

Una vez cocido todo, tiramos los huesos y añejos salados, retiramos la verdura (yo me suelo quedar con la zanahoria) y retiramos a otro plato la carne, la deshuesamos quitamos piel y restos. Si al abrir la olla vemos que la carne ya está blanda, podemos sacarla en ese momento e ir deshuesando mientras se cuece la verdura. Por último  con una espumadera retiramos los garbanzos a otro plato. Por último el caldo lo sacamos a una olla aparte con cuidado de no echar huesos ni restos, si se quiere podemos ayudarnos de un colador.

Y ya tenemos listo nuestro puchero para usar a conveniencia. Con la carne se pueden hacer riquísimos sandwiches de pollo, o croquetas, aunque en mi caso casi siempre suelo añadir el caldo y garbanzos con la carne limpia y desmenuzada a un recipiente aparte donde lo congelo por raciones, cuando necesite usarlo, tan sólo hay que descongelar las raciones que se necesiten hervirlas y añadir un puñado de fideos o arroz hasta que esté cocido. Los servimos decorando con unas hojas de hierbabuena y tenemos una sopa de puchero insuperable.




Este es uno de los platos tradicionales de nuestra cocina que primero aprendí a hacer, me costó varios intentos porque cuesta un poco cogerle el truco a la cantidad de agua que consume tu olla, encontrar un chorizo bueno, etc. Pero tras un par de intentos es un plato buenísimo, sencillo y que está listo en cuestión de 45 minutos.

Yo suelo preparar el potaje de garbanzos en olla express, aunque se puede preparar en olla normal, tan sólo hay que aumentar el tiempo de cocción al doble o triple, hasta que la legumbre esté blanda.

Las medidas en principio son para 4 o 5 personas. Yo suelo hacerlo con estas medidas pues el que me sobra lo congelo y lo voy usando a conveniencia, ahorrándome tener que cocinar y pudiendo disponer cuando quiera para comer un plato de cuchara.

INGREDIENTES:

½ kg de Garbanzos
1 trozo de Morcilla (mejor que esté durita para que no se deshaga)
2 trozos de chorizo de guiso.
2 hojas de laurel.
½ cucharadita de comino molido.
½ cucharadita de pimentón (picante si se desea)
1 patata pequeña.
50 ml. de aceite de oliva Echinac
2 Tomates rojos.
1 pimiento de freír (los verdes)
1 cebolla pequeña.
3 dientes de ajo.

ELABORACIÓN:

Dejamos en remojo los garbanzos la noche anterior.

Primero preparamos un sofrito con toda la verdura, para ello picamos el Tomate, pimiento, cebolla y ajo y lo añadimos a una sartén con el aceite. Lo vamos salteando todo hasta que la verdura esté pocha, acto seguido pasamos toda la verdura por la batidora (esto es opcional a mi me gusta hacerlo para no encontrarme trozos y porque sale más espeso y me sabe más bueno, pero quien lo prefiera puede dejar la verdura, eso si picada bien finita).

En la olla a presión, echamos los garbanzos (sin el agua) y llenamos de agua hasta cubrir los garbanzos (esta medida varia en función de la olla que se use, incluso aunque sea una olla a presión como este caso y como decía hay que ir probando hasta dar con la tecla). A continuación añadimos la morcilla, el chorizo, el laurel, la patata partida por la mitad, el comino y el pimentón,  y el sofrito.

Cerramos la olla y la ponemos al fuego, cuando empiece a silbar contamos 30-35 minutos y pasado este tiempo la destapamos. Con la olla destapada, añadimos la sal y si lo necesita también algo de agua, aunque lo suyo es que esté algo espesito. Lo dejamos hervir otros 10 minutos más y ya está listo.

Yo nunca lo he hecho sin olla a presión, por lo que os puedo facilitar tiempos de coción aunque supogo que serán similares a cualquier cocido de garbanzos, aproximadamente 2 horas o así. La cantidad de agua también variará ya que una olla normal consume mucha más agua que una a presión.

Torrijas


Se trata del postre por excelencia durante Semana Santa en gran parte de España, aunque últimamente están de moda las "torrijas de autor" (de chocolate, vainilla, licores varios, etc.) a mi me gusta preparar las clásicas de siempre y no puedo esperar a Semana Santa por lo que las preparo en cualquier momento del año.

El pan que se use es importante, puedes comprar el que suelen vender en los supermercados especial para torrijas o un pan de pueblo. Lo importante es hacerlo rodajas y dejarlas al aire libre unas horas para que endurezca un poco y no se deshaga al empapar.

Las rodajas de pan hay que cortarlas de un grosor suficiente para que no se desmenucen y no muy grande para que pueda empaparse bien, como un dedo (1,5 cms.) o así está perfecto.

INGREDIENTES:

1 Barra de pan en rodajas.
1/2 vaso de vino dulce tipo moscatel.
250gr. de Miel
3 huevos
1 Vaso de leche
1 Vaso de agua
2 cucharaditas de azúcar
1 cucharadita de canela en polvo
Aceite de oliva Echinac

PREPARACIÓN:

Extendemos todas las rebanadas de pan y las salpicamos con el vino dulce al gusto, hay quien no usa vino o quien las empapa mucho, prueba ha preparar unas poco mojadas y otras más mojadas y la que más te guste ya sabes como hacerlas la próxima vez. La primera vez te aconsejo que no las empapes demasiado en vino.

Ponemos una sartén con aceite al fuego, suficiente como para que se cubran las rebanadas. Mientras coge calor, en un plato hondo cascamos los huevos y los batimos con la leche y vamos empapando bien las rebanadas de pan. Cuando el aceite esté muy caliente le bajamos un poco la intensidad y vamos friendo las torrijas por ambos lados hasta que estén doradas.

Una vez todas las torrijas fritas, preparamos el almíbar, para ello  ponemos otra sartén al fuego y echamos la miel con el vaso de agua y vamos mezclando bien. Cuando empiece a hervir vamos mojando bien todas las torrijas por ambos lados y apartando a otra fuente. Si vemos que han quedado muy secas podemos añadir un poco más de almíbar por encima.

Por último mezclamos el azúcar y la canela y espolvoreamos por encima de las torrijas.

5 años cumple en estas fechas COCINA PARA SOLTEROS en este tiempo hemos recibido 630.000 visitas con  un crecimiento continuo.

En este último año hemos pasado de 4580 seguidores en Facebook  a ¡6376! que tenemos actualmente. Además contamos ya con 914 seguidores en twitter,  por todo eso aprovecho para dar las gracias a todos los que hacéis posible con vuestras visitas, suscripciones y comentarios que se mantenga viva la ilusión por continuar con este blog.




Como en muchas casas de España se hace arroz los domingos, por eso he titulado así esta receta, ya que no es una receta de arroz en concreto, no es paella estrictamente hablando ni tampoco ninguna receta clásica de arroz, es simplemente el arroz que suelo preparar en casa a mi manera, aunque aun no he encontrado a nadie que no le guste.

Suelo usar arroz tipo bomba, aunque como es bastante más caro que el normal, si la economía no nos da para el arroz bomba, podemos usar arroz normal. 

INGREDIENTES:

120gr. de arroz por persona.
300 ml Caldo de pescado por persona
250 gr. de langostinos.
1 cola de rape
2 calamares pequeños (150gr.)
1 cebolla
2 tomates
8 dientes de ajo
10 almendras crudas
5 granos de pimienta negra
Comino molido
Azafran
Aceite de oliva Echinac
Sal gorda
Preparado de especias para paella (opcional)

PREPARACIÓN:

Empezamos pelando los langostinos y reservamos las cabezas y las cascaras por un lado y la carne por otra. La cola de rape la cortamos en dos trozos (uno a cada lado del hueso central) y lo cortamos en trozos y ponemos junto con la carne de los langostinos. El hueso de la cola de rape lo reservamos junto con las cabezas de los langostinos. Los calamares los cortamos también en rodajas y reservamos igualmente.

Para el caldo yo suelo comprar caldo ya preparado, aunque si no se puede hacer con unos huesos de rape y las cascaras y cabeza de los langostinos. No obstante aunque tenga el caldo comprado, me gusta ponerlo a cocer en una olla  y le añado las cascaras y el hueso de rape que teníamos reservados en el paso anterior. Y cuando empiece a hervir, vamos retirando la espuma que genere.

Mientras tanto en una sartén ponemos un chorro generoso de aceite de oliva Echinac y añadimos los dientes de ajo pelados menos dos y todas las almendras y los salteamos hasta que esten dorados, pero sin dejar que se quemen y reservamos tanto los ajos como las almendras.

Añadimos a la sartén el rape, langostinos y calamar y salteamos también hasta que cambien de color, y también reservamos.

Cortamos muy finamente la cebolla y los dientes de ajo que nos quedan y lo añadimos a la sartén donde hemos salteado antes los ajos, almendras y el rape con los langostinos y el calamar. Si hace falta añadimos un poco más de aceite. Cuando la cebolla esté dorada añadimos los tomates rallados y sin piel, dejamos reducir y sofreír a fuego moderado.

Mientras se hace el sofrito, preparamos lo más importante de todo, el majado, en un mortero (se puede hacer con una batidora, aunque a mi me gusta más usar el mortero) añadimos las almendras y ajos, una pizca de sal gorda, un langostino y un trozo de rape de los que tenemos reservados, el azafrán (previamente tostado en una sartén), los granos de pimienta, una pizca de comino (a veces también suelo añadir un poco de preparado para paella que ya trae todas las especias, aunque no es imprescindible) una vez todo en el mortero lo majamos todo bien, si hace falta para facilitar el proceso de majado podemos ayudarnos de un par de cucharadas del caldo del que tenemos hirviendo (si lo hacemos con la batidora será necesario mas caldo), tiene que quedar todo totalmente triturado.

Una vez listo el sofrito de cebolla ajo y tomate que estábamos preparando dos pasos atrás, añadimos el rape, langostinos y calamar que tenemos reservados y el arroz damos unas vueltas. Por último echamos un vaso de caldo al majado que tenemos en el mortero mezclamos bien y añadimos a la sartén. Lo mezclamos todo bien y añadimos el resto del caldo a la sartén (con ayuda de un colador para que no caigan restos de cáscaras). Lo cocemos a fuego fuerte durante 2 o 3 minutos y bajamos a fuego moderado el resto del tiempo unos 20-22 minutos depende del arroz que usemos. Si hiciera falta añadir más caldo podemos usar agua, pero esta debe estar calientes para no cortar la cocción. Una vez finalizada la cocción lo retiramos del fuego y dejamos reposar 4 o 5 minutos.

Esta ensalada es una delicia que combina diferentes sabores y que podemos adaptar a nuestros gustos añadiendole diferentes ingredientes y aliños, es una variante de una receta clásica de Granada "El remojón Granadino". Es imprescindible contar con buenas naranjas de mesa y un buen aceite de oliva que realce el sabor.

Se puede preparar con bacalao salado, aunque igual queda demasiado fuerte y en todo caso usar menos cantidad,  es preferible usar bacalao desalado o al punto de sal. Podemos desalarlo nosotros fácilmente dejándolo en remojo durante 24 horas, cambiándole el agua cada 8 horas aproximadamente, aunque ya lo venden listo para usar.

INGREDIENTES:

1 Naranja.
150 gr. de Bacalao desalado.
Pimiento asado.
1 Cebolleta.
Aceite de oliva Echinac
Sal
Pimienta.

PREPARACIÓN:

Empezamos desmigando el bacalao y añadiéndole un buen chorro de AOVE Echinac, mezclamos bien y vamos picando finamente la cebolleta. Después pelamos la naranja y la vamos troceando mezclamos todo bien y añadimos el pimiento asado cortado en tiras.

Por último salpimentamos al gusto y añadimos un chorreón más de aceite hasta dejarlo a nuestro gusto.

Opcionalmente podemos añadir una vinagreta suave, aceitunas o cebolla asada, etc. El aguacate también le da un toque distinto y combina a la perfección.

Rock
La tarta de tres chocolates es posiblemente una de las tartas más fáciles de preparar, que mejor aspecto presentan y que gustan prácticamente a todo el mundo, se podría decir que en relación dificultad, aspecto y sabor es difícil encontrar algo mejor. Quizá la única pega, por ponerle una es que al no llevar cocción hay que prepararla de un día para otro, pues hay que dejarla reposar durante 24 horas. Si hay niños en casa es una tarta ideal para preparar con niños debido a su sencillez.

INGREDIENTES:

150 gr. de chocolate negro
150 gr.  de chocolate blanco
150 gr. de chocolate con leche.
1/2 litro de leche entera.
1 litro de nata.
3 sobres de cuajada.
125 gr. de azúcar.

1 paquete de galletas maria.
90 gr. de mantequilla
Ralladura de naranja (opcional)

PREPARACIÓN:

Necesitamos un molde que sea fácilmente desmoldable, yo uso uno de 23 cm. desmontable, le pongo papel vegetal en la base y las paredes las unto con un poco de mantequilla. Al montarlo se queda fijado el papel al fondo.

Una vez preparado el molde el primer paso triturar las galletas hasta dejarlas hechas harina. Derretimos la mantequilla y la añadimos a las galletas molidas. Si deseas darle un toque distinto, añade también la ralladura de la piel de una naranja e incluso un chorrito de zumo de naranja aunque esto es todo opcional. Vertimos esta mezcla en el molde  y la extendemos bien intentando cubrir uniformemente toda la base del molde y dejarla compacta. Guardamos el molde en el frigorífico y continuamos con las siguientes capas.

Empezamos mezclando el litro de nata con el medio de leche lo mezclamos todo bien y hacemos 3 partes iguales.

El orden de las capas podemos elegir el que más nos guste, el procedimiento es prácticamente igual para cada uno, sólo varía la cantidad de azúcar ya que cada chocolate necesita más o menos azúcar.

Capa de chocolate con leche:

Cogemos una parte de la leche y nata, le añadimos el chocolate derretido, un sobre de cuajada y 50gr. de azúcar. lo mezclamos bien y  ponemos al fuego durante 8 minutos aprox. Cuando la tengamos lista vertemos la mezcla en el molde encima de la base de galleta y la volvemos a llevar al frigorífico por 10 o 15 minutos antes de ponernos con la siguiente capa.

Capa de chocolate blanco:

Procedemos igual que en el anterior caso sólo que esta vez sin azúcar o con muy poca. Derretimos el chocolate lo incorporamos a una de las partes de nata y leche, añadimos el sobre de cuajada, mezclamos bien y lo ponemos al fuego durante 8 minutos sin dejar de remover. Antes de añadir la siguiente capa, con ayuda de un tenedor hacemos unos surcos (no muy profundos) sobre la primera capa, esto hará que a la hora de servirla y desmoldarla no resbalen una capa sobre otra. Una vez hechos los surcos incorporamos con mucho cuidado la segunda capa e igual que antes la llevamos 10 o 15 minutos al frigorífico antes de ponernos con la otra capa.

Capa de chocolate negro:

Pues esta capa es igual que las dos anteriores solo que ahora incorporamos el resto del azúcar (75 gr.) pues el chocolate negro es un poco más amargo. Igual que antes una vez hayamos mezclado el chocolate derretido con la tercera parte de leche y nata, el azucar y el sobre de cuajada, lo ponemos al fuego durante 8 minutos y  antes de incorporarlo al molde, volvemos a rallar la superfice de la anterior capa con un tenedor y por último añadimos la última capa con cuidado y lo llevamos al frigorífico durante al menos 24 horas antes de servir.

Si se desea se puede decorar con fideos de chocolate o de colores, tened en cuenta esto a la hora de elegir el orden de las capas, pues si decoras con fideos de chocolate y la última capa es la negra, apenas se va a notar, en tal caso pon mejor arriba la capa de chocolate blanco, en cambio si vas a decorar con fideos de colores pues igual queda mejor arriba una capa más oscura. Esto ya a gusto de cada cual.
Hace muchos años un amigo que estudiaba en Granada, me dijo que la calidad de los bares él las medía por lo buena que fuese su tapa de carne en salsa. Y es que hay tantas recetas de carne en salsa (de tomate) como bares y hogares. Cada una lleva una mezcla de verduras diferentes en cantidad y variedad y diferentes especias. Os voy a dejar esta receta que aprendí hace tiempo y que poco a poco he ido mejorando, no es la mejor ni la peor, pero gusta a casi todo el mundo. Para esta receta lo habitual es carne de ternera, pero se puede usar indistintamente pollo o cerdo, en cualquier caso buscaremos la carne que menos grasa tenga o la limpiaremos en casa de cualquier trozo de grasa o impureza.

Con los siguientes ingredientes rinde para 3-4 personas, yo siempre lo hago así porque lo que sobra lo aprovecho para otros días.

INGREDIENTES:

1 kg. de Carne en dados pequeños.

3 pimientos verdes (Italianos).
1 pimiento rojo.
2 cebollas medianas
3 dientes de ajo.

2 briks de tomate frito (500 gr.)
1 Vaso de vino tinto.
1/2 Vaso de caldo de pollo.
2 hojas de laurel
1 cucharada de tomillo.
Aceite de oliva.
Pimienta
Nuez Moscada
Sal.

PREPARACIÓN:

Empezamos picando toda la verdura en trocitos pequeños. En una sartén grande ponemos aceite de oliva, aproximadamente 2  o 3 cucharadas, lo justo para cubrir el fondo, la ponemos al fuego y echamos la carne con un poco de pimienta y nuez moscada. La hacemos hasta que cambie de color 2 o 3 minutos.. Retiramos la carne bien escurrida y la reservamos. En la misma sartén añadimos la verdura y si hiciera falta un poco más de aceite. Dejamos hacer toda la verdura a fuego medio y removiendo de vez en cuando hasta que la cebolla cambie de color y el pimiento esté blando, alrededor de 10 minutos.


Una vez que la verdura está hecha, le añadimos de nuevo la carne, el tomillo y el laurel y el vaso de vino y la dejamos al fuego hasta que reduzca casi por completo. Por último añadimos el tomate frito y el caldo de pollo, rectificamos de sal (ojo que el caldo de pollo ya aporta sal) y lo dejamos a fuego suave hasta que se reduzca por completo y quede una salsa espesa.

Si usamos carne de pollo no es necesario y con el cerdo casi que tampoco, pero con la ternera a mi me gusta hacer este último paso en la olla exprés, durante 7 minutos, para que así quede la carne más tierna. Después dejamos cocer con la olla abierta hasta que la salsa tome la consistencia deseada.

En esta receta suelo usar tomate frito por comodidad y porque el resultado es bastante bueno pero si queréis podeis usar tomate natural, tan sólo sería quitarle la piel y añadirlo troceado (yo le quito las pepitas) a mitad de cocción del resto de verduras. Opcionalmente  si queréis una salsa más fina y sin trozos o grumos podéis moler toda la salsa con una batidor o incluso pasarla por un chino para que quede suave y fina.