Con todo el cariño del mundo, os dejo la receta de la Navidad, juntemos varias medidas de ilusión, una pizca de amistad y un gesto de ternura. Horneemos la mezcla con un ánimo paciente. Envolvámosla con risas, luces y canciones. Y finalmente, ofrezcámosla con el corazón. 


¡¡FELIZ NAVIDAD!!  

























Con esta receta de hoy terminamos lo que son las recetas a base de aguacate, esta receta es una de las que más me ha costado encontrarle el punto de sabor pues con los ingredientes que venían en la receta original que encontré en la web de México Sabroso me salia con un sabor demasiado fuerte a aguacate, igual ese era el propósito pero no era tal como yo me lo imaginaba, al final tras un par de pruebas infructuosas, conseguí un pan de aguacate que me ha gustado mucho tanto de sabor como de aspecto tan solo variando un pelín la cantidad de ingredientes y la forma de hacerlo. Con estos ingredientes que pongo aquí da para aproximadamente un 1kg. de pan, aunque tenemos que tener en cuenta que las cantidades de harina y agua pueden variar pues cuando tengamos la masa preparada, después deberemos añadirles más agua si la masa está muy seca o un poco de harina si la masa está muy pegajosa, pero con estas cantidades está bien como base para comenzar.

INGREDIENTES:


650 gr. de Harina de trigo
150 ml. de Agua tibia
1 Aguacate grande
25 gr. de levadura seca
1 Cucharada de Azúcar Morena
1 Cucharadita de sal
3 Cucharadas de Aceite de oliva
1 yema de huevo.

PREPARACIÓN:


Calentamos durante 40 segundos el agua en el microondas y derretimos en el agua tibia la levadura y la dejamos activar durante unos minutos,  añadimos el azúcar y diluimos. Después añadimos la mitad de la harina y mezclamos bien.

Aparte, sacamos la pulpa del aguacate le incorporamos el aceite y la sal y con la batidora trituramos bien y lo incorporamos a todo lo anterior mezclamos bien y añadimos el resto de la harina y empezamos a amasar bien para que se vayan integrando completamente todos los ingredientes. En este punto es cuando debemos ver si está muy seca y si se deshace en trozos le añadiremos un poquitín mas de agua y si por contrario se nos pega en las manos y no podemos despegárnosla de los dedos le añadiremos poco a poco harina hasta que podamos trabajarla sin problemas, ambas cosas siempre poco a poco.

En una superficie enharinada colocamos toda la masa y la amasamos durante un buen rato (mínimo 10 minutos)  hasta asegurarnos que está todo bien mezclado y que no quedan grumos ni harina suelta. Una vez trabajada la masa hacemos una bola con ella, la guardamos en una fuente la tapamos con un paño, resguardándola de cualquier corriente de aire y del frío, durante al menos una hora hasta que doble su tamaño.

Transcurrida la hora pre-calentamos el horno a 175º y con la masa que ya habrá doblado su tamaño la troceamos y formamos 3 o 4 bollitos con la forma que deseemos y con un cuchillo les hacemos un par de cortes transversales. Batimos la yema del huevo y con una brocha los pintamos antes de meterlos al horno durante unos 30 minutos.



















Siguiendo con las recetas con aguacate, vamos ahora con una quizá más conocida o que suena menos rara que las anteriores, un rico gazpacho de aguacate, que aunque ya no estamos en verano aprovecharemos que estamos en plena temporada de aguacates y que ahora es cuando deberían de estar si no más baratos si ser de más calidad. Para un rico gazpacho para dos personas necesitaremos:

INGREDIENTES:


1 Aguacate grande
1 Tomate grande (similar tamaño que el aguacate)
1 Cebolleta o 1 cebolla pequeña.
1/2 Pimiento verde
1/2 pepino
El zumo de 1/4 limón
1/3 Calabacín
Pimienta negra
Aceite de oliva
Vinagre
Agua
Miga de pan en remojo
Taquitos de jamón (opcional)

PREPARACIÓN:


La preparación es muy sencilla, en la batidora añadimos la pulpa del aguacate, el tomate pelado, la cebolleta limpia, el pimiento troceado, el pepino también sin piel o al menos sin punta ¡que amarga! y el calabacín. Como veréis no pongo cantidades para el aceite, vinagre, ni el pan y es que para estos tres ingredientes creo que es mejor que cada cual los añada poco a poco y lo deje a su gusto. Por dejar una referencia yo suelo añadir como 1/2 baguette de pan (125 gr.), entre 30-40 ml. aceite y no más e una cucharada de vinagre, por último, salpimentamos, añado agua o hielo si quiero consumirlo al instante y lo trituro todo, añadiendo más agua o mas pan según lo líquido o espeso que lo queramos pero sin excedernos que el ingrediente principal es la verdura y el aguacate no el pan y el agua. El limón sólo es necesario si lo queremos tomar más tarde para evitar que se oxide, si lo tomamos en el momento no hace falta. Lo serviremos bien frío.

Por último para servirlo podemos añadirle unos taquitos de jamón con tomate o pepino picado o con unos picatostes, con huevo duro, etc., lo que mas nos guste, yo opte por un poco de jamón y la otra mitad del pepino.
Continuando con las recetas de aguacate, la de hoy es una prueba fehaciente más que el aguacate puede formar parte y casi ser ingrediente principal de cualquier plato que nos propongamos. Esta receta la encontré por sorpresa hace tiempo y gracias a ella descubrí el blog Mexico Sabroso un fantástico blog con recetas mexicanas. Estas Magdalenas o Muffins de Aguacate tienen una textura suave y un sabor bastante agradable y que salvo que el catador conozca sobradamente el aguacate, difícilmente descubrirá el ingrediente secreto.

INGREDIENTES:

150 g. de harina de trigo
75 g. de sémola de maiz (Polenta)
33 cl de leche (algo menos de medio vaso)
50 g. de azúcar
1 1/2 cucharadita de levadura en polvo
1/4 cucharadita de sal
2 huevos
1 aguacate
PREPARACIÓN:

Empezamos mezclando todos los ingredientes secos en un bol y mezclándolos bien, es decir la harina de trigo y maiz, el azucar, la levadura y la sal a continuación en otro bol, añadimos los huevos bien batidos y la leche, al aguacate le quitamos la semilla y la piel, machacamos la pulpa y lo añadimos junto a la leche y los huevos y lo batimos todo bien hasta que quede todo líquido.

Llegado a este punto deberíamos tener por un lado un bol con los ingredientes secos y otro con los húmedos, los vamos mezclando poco a poco y batiendo bien con la batidora para evitar que queden grumos.

Es hora de poner a precalentar el horno a  175º. Mientras se calienta, engrasamos con un poco de mantequilla fundida unos moldes de magdalenas y ponemos un poco de masa en cada uno. Cuidado con no poner mucha, que subirá y puede desbordar el molde. Con estas cantidades deberíamos tener suficiente para unas 12 magdalenas así que procurar repartir por igual en 10-12 moldes.

Ya por último metemos en el horno a 175º durante 25 minutos o hasta que introduzcamos un palillo en el centro de una magdalena y este salga limpio. Las sacamos y las dejamos enfriar .



















La receta de hoy la tenía pendiente desde hace meses, a consecuencia de un artículo de Juana Trujillo en Directo al Paladar en el que le comenté que mi madre preparaba una  original tortilla de aguacate y es que con esta fruta se pueden preparar miles de recetas, de hecho hay incluso algún libro de cocina con el aguacate como ingrediente principal y es que debido a su peculiar sabor cercano a lo neutro, combina a la perfección con casi cualquier receta sirviendo de ingrediente para entrantes, platos principales e incluso para postres.  Como tengo unas cuantas plantas de aguacate propias he querido esperar a tener los primeros frutos del año para preparar la receta y de camino en los próximos días prepararé unas cuantas recetas más con aguacate, que espero a muchos les sirva para dejar de ver el aguacate como ingrediente únicamente válido para ensaladas, guacamole o cocteles de marisco.

Aunque podemos encontrar aguacates todo el año en nuestros mercados, la mejor época de estos es los meses de octubre a marzo, fuera de esos meses lo más probable es que estemos comprando aguacates importados (Brasil, Chile son los importadores principales), que no tenían porqué ser de peor calidad cuando fueron recolectados en su origen, pero que después de varias semanas desde su recolección y transporte en cámaras frigoríficas al consumidor no le llegará con la misma calidad que un aguacate nacional. Por otro lado fuera de los meses principales de producción se pueden encontrar aguacates nacionales, debido a que el aguacate al contrario que otras frutas, no se madura y se cae, si el agricultor no recolecta la fruta, esta se mantiene en el árbol incluso hasta el verano, permitiendo al agricultor esperar a recolectarla cuando el mercado le ofrece el mejor precio, pero evidentemente aunque en principio de aspecto pueda parecer que el fruto este bien, un fruto que lleva listo 6 meses en el árbol, aguantando las inclemencias del tiempo (sol, frío, viento  y golpes contra ramas, etc) al madurar su sabor no será el mismo que uno recolectado en su momento.

Hay cientos de variadades de aguacate, no todas se producen en España,  de entre las muchas que se producen  en mi opinión las más comunes y de más calidad son (entre paréntesis el mes en que se empieza a recolectar):  Bacon (octubre) ovalado y de piel fina, quizá el de peor calidad y más barato,  Fuerte (Noviembre) parecido al bacon pero más alargado y algo más grande de tamaño, Hass (Diciembre-enero) ovalado de piel rugosa y más oscura que el resto, el más caro, común y de más calidad y también el que más nos suelen dar gato por liebre pues hay muchas otras variedades de peor calidad y similar aspecto. En España la producción de aguacate se centra en la costa de Granada (Almuñécar, Motril, Salobreña, Jete, Otivar) y el este de la Costa del Sol a partir desde Vélez Málaga (Axarquía) y también las Islas Canarias.

INGREDIENTES:


3 Huevos.
1 Aguacate.
1/2 Cebolla
100g. Jamón serrano en taquitos o gambas (opcional)

PREPARACIÓN:


Empezamos troceando muy fino la cebolla y salteándola en una sartén con un poco de aceite hasta que esté dorada le podemos añadir jamón o gambas, a mi me gusta con jamón, pero ya cada uno que lo haga como más guste, también se le puede echar jamón york, o fiambre de pollo o nada, sólo el aguacate. Yo opté por el jamón, cuando le demos un par de vueltas, le añadiremos el aguacate que justo antes habremos preparado en daditos. Esto hay que hacerlo lo más reciente posible para que no se oxide. Para evitar la oxidación se le puede añadir limón, pero a mi no me gusta añadirle limón, por lo que procuro trocear el aguacate en el último momento. Lo añadimos a la añadimos a la sartén y le damos unas vueltas  y en un par de minutos lo sacamos todo y reservamos en un plato procurando que evitar el exceso de aceite en caso de haberlo.

Debemos tener en cuenta que si usamos jamón no hay que añadir sal, en caso contrario si debemos añadir sal al gusto en el siguiente paso.

En un bol batimos los huevos y añadimos la cebolla y el jamón que teníamos reservado y mezclamos bien y volvemos a llevar a la sartén y ya preparamos como una tortilla normal y corriente a fuego lento procurando que se haga bien por dentro sin que se queme por fuera. Con 3 o 4 minutos por cada lado será suficiente aunque todo dependerá del grosor de esta por lo que es algo que deberéis controlar a ojo de buen cubero :)





















Desde que vi esta receta en la web de directo al paladar estuve contando las horas hasta llegar a casa para prepararla y es que es increíble como una receta tan simple puede entrar tanto por los ojos y resultar tan apetitosa, así que  aquí os la traigo por si alguno se la ha perdido, ya que además creo que habrá pocas recetas que se adapten mejor a la filosofía de un blog de recetas para solteros y es que no puede ser más sencilla de preparar. Mientras compraba los ingredientes se me ocurrió realizarle un pequeño añadido que debía quedar bien y compré unas anchoas y le dieron un toque excelente.

INGREDIENTES:


2 Huevos
1 manojo de espárragos trigueros.
6 o 7 filetes de anchoa
Aceite de oliva
Queso rallado (grana padano o manchego curado)
Sal
Pimienta

PREPARACIÓN:


Prepararlos no puede ser más fácil, empezamos con los espárragos, les cortamos la base, como unos dos o tres centímetros, que suelen estar duros. Ponemos a calentar agua en una olla lo suficientemente grande como para sumergir los espárragos enteros.  En cuanto empiece a hervir el agua, introducimos estos y los escaldamos por dos o tres minutos, depende del grosor de los mismos, los sacamos y escurrimos.

En una parrilla o la plancha ponemos un poco de aceite y repartimos bien por el fondo de esta, salpicamos con sal y ponemos al fuego vivo, cuando esté muy caliente, añadimos los espárragos y los vamos haciendo bien por todos lados, con cuidado que no se quemen, sacando primero los más finos y dejando que se vayan haciendo más lentamente los más gruesos.

Una vez listos los espárragos pasamos a finalizar el plato con los huevos, para ello, en una sartén añadimos aceite y los freímos, procurando que la yema quede líquida y la clara quede hecha y con el borde tostadito o como se suele llamar con puntilla o encaje. El truco que yo uso para que me salga es, en cuanto dejo caer el huevo al aceite enseguida con ayuda de la rasera y con cuidado de no romperla, levanto del aceite la yema unos dos o tres centímetros dejando que la clara cuaje bien y se forme el encaje o puntilla.

Una vez terminado el pueblo, salpimentamos y rallamos por encima con un poco de queso grana padano o manchego curado y reventamos las yemas. Para finalizar añadimos unas anchoas y por supuesto un buen trozo de pan, si puede ser de pueblo mejor.

Si probáis os aseguro que en los días siguientes repetiréis.



















Esta receta lo ideal es prepararla con un costillar entero, sobre todo por la presentación que luce mucho más, pero en el supermercado me topé con estas costillas troceadas, con mucha carne y me resultaron tan apetitosas que no me pude resistir a comprarlas  así y doy fe que estaban exquisitas..

INGREDIENTES:

650 gr de Costillas por persona.

4 cucharadas de miel
2 cucharaditas de mostaza de Dijón
4 cucharadas de salsa de soja
3 cucharadas de jerez seco
4 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite de oliva


PREPARACIÓN:

La preparación es muy sencilla, empezamos preparando el marinado, para ello, en un cuenco mezclamos la miel (previamente la he calentado un poco en el microondas para que se haga líquida), la mostaza, la salsa de soja, el vino de jerez  y el ajo picado muy fino. Salpimentamos las costillas y embadurnamos bien estas con el marinado y las llevamos guardamos en el frigorífico durante al menos un par de horas o más tiempo.

Una vez transcurrido es el  tiempo de marinado, ponemos a precalentar el horno y las metemos durante aproximadamente 1 hora a 180º  dándole la vuelta un par de veces a mitad de cocción. El tiempo de cocción puede variar según el horno, por lo que deberemos ir vigilándolas cada cierto tiempo.



















Este original y colorido bizcocho de sémola de trigo, aunque popular en todo oriente, es originario y  típico de la cocina libanesa, toma su color amarillo de la cúrcuma una especia que se utiliza a menudo en la cocina del Líbano. Esta receta la encontré por casualidad hace poco, bueno en realidad me topé con la foto y me llamó tanto la atención su aspecto que empecé a investigar en busca de recetas pero apenas encontré casi ninguna en castellano y tras hacer varias pruebas con unas cuantas (todas distintas, como suele ocurrir), que encontré en otros idiomas, creo que di con una combinación que no se si será la que más se acerque a la receta tradicional pero al menos a mi ha sido la que más me ha gustado. De entre las mayores diferencias que he encontrado entre unas y otras recetas ha sido el usar o no almendra y el usar o no huevo, aunque para mi gusto la almendra y el huevo hace que coja una textura más esponjosa y yo he usado ambos.

Todos los ingredientes deberían ser fáciles de encontrar, el agua de azahar, quizá el menos habitual, la venden en farmacias como ungüento y otro remedios, pero también se usa para cocinar, es un ingrediente esencial para el tradicional roscón de reyes, así que lo podéis encontrar en cualquier farmacia fácilmente. La sémola de trigo, en principio tampoco debería de ser difícil de encontrar en cualquier gran superficie yo siempre la compro allí.

INGREDIENTES:


300 gr. de sémola de trigo.
100 gr. de Harina de trigo.
200 gr. Azúcar.
125 gr. de almendra molida.
150 cl. de leche
2 Huevos
75 cl. de aceite de Maíz (también vale girasol)
2 Cucharaditas de Levadura en polvo (baking powder)
1 Cucharada grande de Curcuma
2 Cucharadas de agua de azahar.
30 gr. Piñones.

PREPARACIÓN:


La preparación es muy sencilla, empezamos diluyendo el azúcar en la leche y la agregamos a una fuente mezclandolo con todos los ingredientes salvo los piñones que los reservaremos para más tarde. Amasamos bien todo hasta que consigamos una masa homogénea que volcaremos en un molde previamente engrasado para que no se pegue. Una vez bien echada la masa en el molde repartimos los piñones por encima y lo llevamos al horno que habremos precalentado a 180º y a esa temperatura lo cocemos durante unos 40 minutos o hasta que veamos que está cocido, siguiendo el proceso habitual con todos los pasteles, pinchar con una aguja y ver si sale seca. Una vez tengamos cocido el bizcocho, lo dejamos enfriar, lo desmoldamos y cortamos en cuadrados y ya tenemos nuestro sfouf un bizcocho fácil y original con el que seguro sorprendéis.



















La receta de hoy no puede adaptarse más al espíritu del blog, fácil, para novatos, pocos ingredientes y menos complicaciones y aunque cueste creerlo un resultado buenísimo.

INGREDIENTES:


3 o 4 muslitos de pollo por persona.
400 ml. mahonesa
Sal
Pimienta

PREPARACIÓN:


Mientras precalentamos el horno a 220 ºC en la bandeja del horno ponemos una cama de mahonesa y colocamos los muslos de pollo previamente salpimentados, los cuales cubrimos por completo con mahonesa, sin dejar que quede ninguna parte sin cubrir y lo introducimos al horno durante unos 50 minutos. A mitad de cocción le damos la vuelta a los muslos y esperamos que termine la cocción.

Esta receta no tiene más misterio ni secreto, la grasa que soltarán los muslos al mezclarse con la mahonesa, producirá una salsa muy rica y a su vez la cobertura de mahonesa hará que la carne se haga al horno sin recibir directamente el calor quedando más jugosa.  Si queremos podemos "complicar" un poco, picando un poco de ajo muy fino y embadurnando los muslos bien antes de añadirles la mahonesa y/o desmenuzando un cubito de caldo de pollo (Avecrem) y mezclandolo con la mahonesa o añadirle nuestras especias favoritas, pero sólo con la mahonesa queda genial.
























Preparar una pizza en casa es mucho más fácil de lo que pensamos, muchas veces por comodidad, recurrimos o a una masa  precocinada a la que nosotros añadir los ingredientes o directamente a una pizza precocinada, cuando en realidad preparar nosotros mismos la masa y la pizza desde cero es fácil, fácil y la diferencia con una precocinada  es considerable, además podemos darle a la masa la consistencia que queramos, o hacerle pequeños añadidos como echarle algún extra, como oregano o un poco de queso.  La pizza de hoy es la típica barbacoa, aunque los ingredientes a añadir pueden ser los que más nos gusten, yo suelo preparar esta que es mi preferida. Con estas cantidades da de sobra para dos personas.

INGREDIENTES:

Para la Masa:
300 gr. de Harina de fuerza
20 gr. de levadura fresca.
150 ml de agua templada.
1 cucharada de sal
1 pizca de sal
1 cucharada de oregano (opcional)

Para la cobertura:
200 gr. de Carne de ternera picada
150 gr. de pechuga de pollo en dados o Bacon.
1 cebolla pequeña
100 gr. de queso Motzarella
Salsa barbacoa

PREPARACIÓN:

Para la masa tenemos varias opciones, yo he puesto los ingredientes normales, pero en los supermercados venden también mezclas especiales para pizza que ya contienen levadura y a las que sólo hay que añadir agua caliente en las cantidades que indica el fabricante, es una opción más rápida aun, pero el procedimiento a seguir es el mismo. Empezamos diluyendo bien la levadura en el agua caliente y añadiendo después todos los ingredientes, amasamos todo bien hasta que nos quede una bola manejable y que no se pegue, si queda muy pegajosa se puede añadir un poco de harina más, pero con estas cantidades no debería hacer falta (si disponemos de robot de cocina o panificadora, este paso nos lo podemos ahorrar, y que la máquina realice el proceso de amasado).

Una vez tengamos nuestra masa, la guardamos en un bol y la tapamos con un trapo, para que no coja frío, hasta que doble su volumen, unos 30 o 45 minutos.

Mientras la masa reposa vamos preparando la cobertura. Empezamos picando la cebolla juliana y la añadimos a una sartén con un poco de aceite y salteamos, cuando esté dorada, añadimos la carne de ternera salpimentamos y la vamos haciendo, cuando casi esté, añadimos el pollo y lo seguimos haciendo todo, cuando esté listo le añadimos un salsa barbacoa por encima y mezclamos todo bien, hasta que quede impregnado todo de salsa y reservamos. Si en vez de pollo usamos bacon, mejor lo salteamos aparte ya que suelta mucha grasa, una vez esté listo, le retiramos la grasa y lo mezclamos con la ternera y la cebolla.

Después de esto, espolvoreamos la encimera con harina y con ayuda de un rodillo extendemos la masa que ya habrá doblado su tamaño, dándole la forma que nos parezca. Si como yo no eres muy habilidoso no trates de hacer una masa redonda perfecta como los pizzeros profesionales o puede que te caduque la masa antes de conseguirlo :PPP Yo suelo optar por extenderlo y darle forma semicuadrada. Cuando tengamos la masa extendida y del grosor deseado la pasamos a la bandeja del horno, que previamente habremos espolvoreado con harina, le ponemos una fina capa de salsa barbacoa por encima y la extendemos con una brocha por toda la masa. Repartimos por toda la pizza la cobertura que teníamos reservada de ternera, pollo y salsa barbacoa y extendemos bien y por último añadimos por encima queso motzarella o el que nos guste más y lo metemos en el horno precalentado a 220ª durante unos 15 minutos.



















De todos es sabido que la cultura española y la japonesa se llevan fenomenal, al menos la japonesa con la española ¿pero ocurrirá igual en la cocina? ayer me topé con una pieza de secreto ibérico, una de las partes más sabrosas del cerdo, normalmente siempre suelo prepararlo a la plancha sin más y queda riquísimo, pero ayer me apetecía hacerlo de forma distinta y decidí experimentar con la salsa teriyaki a un a riesgo de echar a perder tan rico bocado pero el resultado fue excelente.

INGREDIENTES:


250-300g Secreto Iberico por persona
Salsa Teriyaki

PREPARACIÓN:


La preparación no puede ser más simple, simplemente hay que poner a calentar la plancha o una sartén (no hace falta poner aceite pues el secreto ya soltará su grasa), hacemos al gusto el secreto por cada lado y cuando esté casi hecho, añadimos una buena cantidad de salsa teriyaki por encima y dejamos que se mezcle con la grasa que ha soltado el secreto y esperamos a fuego vivo un poco que reduzca, le damos varias vueltas y lo sacamos y servimos con toda la salsa.

Después de preparado se me ocurrió que una vez hecho y antes de echarle la salsa quizá hubiera sido buena idea haberlo hecho trozos o tiras y así añadirle la salsa y marearlo en esta, de esta forma tomaría mejor el sabor. Aun así el resultado fue excelente.























Después del éxito obtenido en Facebook donde ya tenemos casi 900 amigos, ahora Cocina para Solteros ya está en la red social Twitter, animate y hazte seguidor de de cocina para solteros en twitter en la siguiente dirección: https://twitter.com/cocinapsolteros

Un abrazo.



















Con la carne de cordero que me sobró de las hamburguesas del otro día, estuve buscando alguna receta que hacer y recordé que el amigo Valdomicer me recomendó hace unos días un fantástico blog de cocina con recetas antiguas y entre una de sus entradas recordé que me llamó la atención una receta de berenjenas rellenas de cordero extraída de un relato de "las mil y una noches" y no pude evitar la tentación de prepararlas. Si no conocéis ninguno de estos dos blogs, os recomiendo su lectura ambos son muy interesantes.

En principio mi intención era seguir la receta al pie de la letra, pero al final como siempre le hice un mínimo cambio y se me escaparon unas cuantas pasas que en mi opinión creo mejoraron bastante el resultado final, dándole un toque aun más oriental a la receta.

INGREDIENTES:

2 Berenjenas grandes
300 gr. de cordero picado.
125 gr. de garbanzos cocidos.
1 Cebolla
1 Diente de ajo
1/2 Limón
50 gr. Piñones
50 gr. Pasas sultanas.
Aceite de oliva
Pimienta negra
Jengibre fresco
Clavo
Cardamomo molido
Nuez Moscada

PREPARACIÓN:

Empezamos cortando longitudinalmente en dos partes las berenjenas y con un cuchillo, le hacemos cortes profundos horizontales y verticales con cuidado de no llegar a la piel le añadimos un poco de aceite y sal y las metemos  con la piel hacia abajo en el horno previamente precalentado a 180º durante 30 minutos.

Mientras tanto en el vaso de la batidora, añadimos los garbanzos, el diente de ajo, un poco de jengibre fresco rallado con la batidora lo trituramos todo, le añadimos el zumo del medio limón, salpimentamos, lo mezclamos todo bien y reservamos.

A continuación picamos la cebolla muy fina y la ponemos a saltear en una sartén con un poco de aceite, cuando empiece a dorar, le agregamos el cordero y seguimos salteando, cuando la carne esté hecha, le añadimos los piñones y las pasas, mezclamos bien y salteamos un par de minutos más y reservamos.

Una vez transcurridos los 30 minutos, sacamos las berenjenas del horno y con ayuda de una cuchara y con cuidado de no romperles la piel y de no quemarnos le vamos sacando toda la carne. Picamos toda la carne de berenjena y la añadimos al cordero mezclamos bien y salteamos unos 5 minutos más  a fuego lento mientras tanto le añadimos un poco de pimienta, nuez moscada, clavo y cardamomo molido,  al gusto. Le damos otro meneo para que se mezclen bien todas las especias con la carne y le añadimos el puré de garbanzos que teníamos reservado, mezclamos nuevamente todo bien y rehogamos un par de minutos antes de retirar del fuego.

Por último rellenamos las berenjenas y las metemos al horno durante 10 minutos a 180º.



















El cordero no es una de mis carnes preferidas, pero bien aliñada con especias, en cambio me encanta, esta receta llevaba tiempo queriendo hacerla, pero nunca encontraba la oportunidad y ahora he aprovechado que tengo en mente dos recetas con carne picada de cordero para hacerla.

La receta de hoy, la he montado a partir de varias recetas de distintas webs, pero la receta base principal es de la web "Mexico Sabroso" a la que ya le tengo echado el ojo a varias recetas. Si os gusta la cocina mexicana echadle un vitazo a esta web no os defraudará.

Con estos ingredientes nos rinde para 4 hamburguesas, suficiente para dos personas.

INGREDIENTES:


500 g. de carne de cordero picada
1 cebolla pequeña
3 dientes de ajo
50 g. de alcaparras.
Perejil fresco
1 Jalapeño
1 cucharadita de comino
1 cucharadita de nuez moscada
1/2 cucharadita de pimienta
Aceite de olivia
Sal.

Pimientos de padrón (opcional)

PREPARACIÓN:


Empezamos picando la cebolla, el ajo, las alcaparras, perejil y jalapeños muy fino (si tienes una picadora lo puedes picar todo junto). El jalapeño, igual no es fácil de encontrar se puede sustituir por una guindilla o salsa tabasco, o  si no se quiere picante eliminarlo directamente o sustituirlo por pimiento, yo usé jalapeños en vinagre, de los que suelen vender para las fajitas. Una vez todo picado lo mezclamos con la carne y le añadimos las especias y un poco de sal y seguimos mezclando hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados.

Con la mezcla formamos 4 hamburguesas, apretamos bien con las manos para que no se deshagan y en una sartén con un poco de aceite las sellamos durante dos o tres minutos por cada lado. Mientras tanto ponemos a calentar el horno a 175º y metemos las hamburguesas durante 20 minutos. En la bandeja del horno yo puse unas gotas de aceite y  a mitad del tiempo les di la vuelta. Para acompañar le añadí unos pimientos del padrón fritos.



















Una de mis frutas preferidas del verano son las cerezas, desde que comienza la temporada hasta que termina suele haber cerezas por casa, hace unos días, descubrí por el frigorífico olvidadas unas cuantas que no recordaba me quedaban y que ya estaban algo pasadas pero no se habían puesto malas aun. Como aún me quedaba un poco de queso mascarpone de cuando hice el helado de chocolate y Kit-Kat decidí improvisar un helado a ver que tal salía y bueno el resultado no estuvo mal, creo que se podría hacer igualmente con otra fruta como fresa, platano, etc., ya lo investigaré en un futuro :)

INGREDIENTES:

500G. de Cerezas.
250 g. de Queso Mascarpone
200 ml. Nata para montar 
100 g. azúcar glass.

PREPARACIÓN:

Empezamos deshuesando las cerezas y añadiéndolas al vaso de la batidora, a continuación añadimos el queso, el azúcar y montamos la nata con unas barillas y la añadimos también y lo batimos todo. Cuando lo tengamos todo bien mezclado lo añadimos a una fuente o cacerola de metal y lo metemos en el congelador durante una hora aproximadamente.

A partir de aquí empezamos con el ritual que ya expliqué más detalladamente, en la anterior receta del helado de chocolate y  Kit-Kat, a la hora lo sacamos y con unas barillas o tenedor batimos bien y volvemos a meter al congelador por otra hora. Repetimos el proceso cada hora al menos 3 veces más, si pueden ser más mejor, más cremoso saldrá. Por último lo vaciamos todo en un recipiente hermético y lo guardamos hasta la hora de consumirlo.

He inscrito el blog en la categoría de gastronomía, en quinta edición del concurso "Premios 20Blogs" organizada por el periodico 20minutos.es, no aspiro a ganar ni mucho menos pero bueno, al menos participo ¿crees que soy merecedor de dejarme un voto? Igualmente muchas gracias.

Saludos.




















La receta de hoy la solían poner en un bar cercano a mi casa, pero nunca conseguí que el dueño me diera la receta ni el tipo de queso que usaba, además por aquella época tampoco había por internet tantas webs de cocina donde buscar recetas, aunque aun hoy no he encontrado exactamente esta receta en ninguna, aunque también podría ser porque tenga otro nombre. Más que la receta, lo que me costó encontrar fue el tipo de queso ya que los ingredientes en principio saltaban a la vista y por ese entonces no conocía el queso feta que es el que después de probar distintos tipos de queso y tras recomendármelo un amigo, me dio el resultado deseado, ya que lo necesario es que este no se derrita fácilmente al hervir el aceite.

INGREDIENTES:


250g. de Queso Feta.
1 Cabeza de dientes de ajo.
1 guindilla
100 cl. de aceite de oliva

PREPARACIÓN:


Comenzamos troceando el queso feta en dados de no más de un dedo de grosor y aproximadamente dos por dos centímetros (más o menos) y añadiéndolo a una cazuela de barro, continuamos troceando en rodajas finas los ajos y las guindillas y añadiéndolos también a la cazuela y añadimos aceite hasta prácticamente cubrir el queso.

Por último lo metemos todo al horno previamente precalentado a 220º durante 20 o 25 minutos y listo. Como sugerencia para tomarlo, caliente untado encima de pan tostado con un poco de orégano queda genial.

Salsa pesto




















Con la albahaca, símbolo del amor en Italia y del odio y la pobreza en la antigua Grecia se hace una de mis salsas preferidas, la salsa pesto, aunque se puede usar con carnes u otros platos, el principal uso es para tomarla junto con la pasta.  En los supermercados podemos encontrar distintos tipos de pestos, pero ni punto comparación con los hechos por nosotros en casa.

Esta salsa de origen italiano, toma como base el aceite de oliva, el ajo y la albahaca, luego se le pueden añadir piñones, nueces, pistachos, almendras o distintos tipos de quesos, requesón o incluso otras hierbas como espinacas, según la región donde se prepare.

Para prepararla el ingrediente esencial es la albahaca fresca (olvídate de la seca, vamos ni se te ocurra preparar un pesto con albahaca seca). Aunque las hojas aguanta varios días en el frigorífico si las guardamos en una bolsa de plástico, no siempre es fácil de encontrar cuando nos hace falta, además nada como usarlas recién cogidas de la mata, por eso lo ideal es tener una, bien el huerto si disponemos de uno o en una maceta. Hay distintos tipos de albahaca, tenemos la ornamental de hoja pequeña que se suele usar como insecticida y por su olor y la de hoja ancha, de olor menos fuerte y que se usa para comer. Ambas pueden usarse para realizar la salsa, pero es mucho más aconsejable la de hoja ancha. Si te decides por tener tu propia mata podrás encontrar una fácilmente en cualquier tienda especializada o en cualquier vivero, la puedes comprar a finales de invierno, principio de primavera, entre febrero y mayo y plantarla, con unos cuidados mínimos crecerá fácilmente.

Uno de los ingredientes base para esta receta son los piñones, debido a que son bastante caros, se pueden sustituir por otro fruto seco, como almendras, pistachos o nueces, estas últimas bastante más económicas. Aunque si nos podemos permitir los piñones es lo ideal. Otro ingrediente es el queso rallado que se añade al final, el queso a usar es el Pecorino, que no es fácil de encontrar, yo suelo sustituirlo por queso de oveja curado y da muy buen resultado.

Para esta receta las cantidades son un poco a ojo, así que aunque voy a intentar poner cantidades, tampoco hay que seguirlas muy a rajatabla, al final debe quedarnos una salsa con la consistencia de un yogur o puré un poco aceitosa, por lo que hay que añadir un poco más de uno u otro ingrediente hasta conseguir la consistencia y sabor deseados.

INGREDIENTES:


100g. Albahaca
60g. Piñones o Nueces
60 ml. Aceite de Oliva
Agua
1 Diente de ajo
Sal
70g. Queso de oveja Rallado (si es Pecorino mejor)

PREPARACIÓN:


Empezamos lavando concienzudamente una a una todas las hojas de albahaca, desechando las que no estén verdes, lo ideal es hacerlo en un mortero y con mucha paciencia, pero como yo no suelo tener tiempo ni paciencia, acelero el proceso con la batidora, así que añado las hojas limpias al vaso de la batidora, junto con el aceite, el ajo pelado, los piñones y una pizca de sal y empezamos a batir, como hemos dicho los ingredientes son un poco a ojo, por lo que si vemos que nos queda muy aceitosa añadimos un poco más de piñones, pero si nos queda muy pastosa, podemos añadir un poco más de aceite, pero sin pasarnos, el truco está en añadir un poco de agua para que la batidodora se suelte y haga mejor su trabajo y ya una vez hecha la salsa, al final si se desea mejorar el sabor podemos añadir más aceite. Bien, una vez tengamos emulsionada la salsa, el proceso verás que es muy sencillo, añadimos el queso rallado y con una cucharilla o paleta, ya sin batidora lo mezclamos todo bien y lo servimos, decorando por encima con unos piñones.




















Esta receta de pollo en salsa cazadora queda para chuparse los dedos, se puede hacer igualmente con otras partes del pollo, aunque como en casa no somos muy aficionados a la piel ni los huesos usamos pechuga. También se puede usar otros tipos de carne como pavo, ternera o cerdo. Esta receta es original de Ulda del foro chile.rec.cocina y en este enlace se puede ver la receta original a la que yo le he hecho ligeras variaciones porque inicialmente me salía la verdura muy dura y con poca salsa. Estos ingredientes rinden de sobra para dos personas.

INGREDIENTES:

1 Pechuga de pollo de unos 600 gr. hecha trozos pequeños.
1 Cebolla
4 Tomates bien rojos.
1 o 2 dientes de ajo
2 o 3 Zanahorias
3 Ramas de apio
1 Vaso de vino tinto
1 Vaso de caldo de pollo o un cubito de concentrado
Aceite de oliva.
Romero
Tomillo
Laurel

PREPARACIÓN:

Empezamos picando muy fino la cebolla, la zanahoria y el apio, lo echamos todo a una sartén y le añadimos un buen chorro de aceite (esto siempre lo echo a ojo, el que pida la verdura, aproximadamente algo menos de medio vaso, lo justo para que cubra el fondo de la sartén y lo justo para que la verdura no flote), le añadimos también, una ramita de romero, un poco de tomillo y si queremos también una  hoja de laurel  o las hierbas aromáticas que nos gusten más y ponemos a saltear la verdura, hasta que esté toda bien blanda y se trocee fácilmente con la pala que usemos para menearla. En este punto añadimos el pollo y lo seguimos salteando, cuando veamos que el pollo está blanco por todas partes, le añadimos el vino tinto y lo vamos meneando todo hasta que se consuma el vino por completo.

Mientras tanto vamos rallando el tomate deshaciéndonos de la piel y una vez se haya consumido el vino, añadimos el tomate rallado y todo el jugo a la sartén y lo seguimos salteando a fuego lento hasta que reduzca un poco el jugo y sofría un poco el tomate con el resto de la verdura.

Por último,  lo añadimos todo a la olla rápida (express) y le añadimos un vaso de caldo de pollo. Si no tenemos caldo de pollo le añadimos un vaso de agua y un cubito de concentrado de pollo. O en su defecto sólo el agua y sal al gusto. Si le añadimos cubito de concentrado no hace falta echar apenas sal pues este ya lleva. Yo por lo general suelo añadir el vaso de caldo de pollo y el cubito de concentrado para dar más sabor pero no es estrictamente necesario.

Cerramos la olla durante 10 minutos y una vez abierta, la dejamos al fuego hasta que reduzca el excedente de caldo que pueda quedar y nos quede una salsa más o menos espesa.























Hoy día de San Juan he decidido atreverme por primera vez, con la receta tradicional por excelencia de mi pueblo (Almuñécar) en el día de hoy y bueno aunque de aspecto no han salido todo lo bonitos que me gustarían, he de decir que de sabor han salido bastante aceptables y bueno para ser la primera vez, me doy una aprobadillo :)

Los bollos de San Juan,  son el típico pan de aceite al que se le suele poner uno o dos huevos depende del tamaño del bollo (para una o dos personas),  he estado buscando algo de información sobre el origen de la tradición pero no he encontrado nada, aunque se que se hacen en más pueblos, si más adelante encuentro algo, reeditaré la entrada. Como decía aquí en Almuñécar es tradición comerlos en la noche de San Juan y en todas las panaderías los suelen preparar y vender, así como también era tradición prepararlo en las casas aunque cada vez menos. Esta receta es como mi madre desde siempre lo preparó.

En principio la forma de preparlo es de igual forma que la del pan normal, tan sólo hay que, añadirle 1 parte de aceite por cada 4 partes de harina (reduciendo el agua necesaria en la misma cantidad) y un poco de matalauva (anis verde o matalahúga) Con estos ingredientes nos da para aproximadamente 800-900 g. de pan, unos 2 bollos.

INGREDIENTES:


500 g. de Harina de fuerza.
125 ml. de aceite.
210 ml. de agua templada.
25 g. de levadura.
1 cucharadita de sal.
30g. de matalauva.
2 huevos.

PREPARACIÓN:


Yo tengo una panificadora a la que tan sólo hay que agregar los ingredientes (menos los huevos) y programarla para que amase y ella lo hace todo, pero si no disponéis de este aparatito, también lo puedes hacer a mano de forma sencilla, tan sólo en una fuente añade la harina, mezclada con la levadura, la matalauva y la sal, hazle un hueco en el centro a modo de volcán y añade el aceite y el agua y ve mezclando todo bien hasta que quede una masa consistente, si queda muy blando añade un poco más de harina o agua si quedó muy seco, aunque con esas cantidades no debiera hacer falta ni lo uno ni lo otro.

Una vez esté todo bien amasado y mezclado, tapamos la masa con un paño y lo dejamos durante 50 o 60 minutos aproximadamente, en un lugar donde no coja frío ni corriente de aire, tiempo en el que casi deberá de doblar su tamaño.

Una vez la masa ha crecido, hacemos dos trozos más o menos iguales a los que le quitamos otros dos trocitos con los que debemos hacer con cada uno dos tiras suficientemente grandes como para sujetar los huevos al bollo, tal como se puede ver en la foto. Le damos forma de bollo a los dos trozos grandes y le hacemos un hueco en el centro donde ponemos el huevo, con el otro trocito de masa pequeño que reservamos, hacemos dos tiras y las ponemos en forma de cruz sobre el huevo para que lo sujete. Dejamos los bollos tapados nuevamente durante unos 30 o 40 minutos hasta que casi vuelva a doblar su tamaño.

Ya por último precalentamos el horno a 200º y horneamos el pan durante unos 40 minutos aproximadamente.





















Ya llega el verano y que mejor postre que un buen helado y si es de chocolate mejor, reconozco que me chifla el chocolate y el helado y si van juntos mejor. Como no tengo heladera ni nada, tengo que hacer los helados a mano, por lo que es un poco engorroso de hacer, pero el resultado merece la pena, si dispones de heladera los ingredientes son los mismos, pero te ahorras todo el proceso de batido que eso ya lo hace la maquinita. Esta receta la improvisé un poco, normalmente hago esta misma con frutas, pero no tenía por casa ninguna que me tentara y como me apetecía chocolate, opté por probarlo con este y en vez de cookies, Kitkat, me faltó añadirle sirope de chocolate, pero para ser la primera prueba la verdad es que el resultado no pudo ser mejor, por lo menos los catadores salieron muy satisfechos :-D




Con estas cantidades nos rinde aproximadamente para 1 litro de helado más o menos.



INGREDIENTES:

1 Tableta de Chocolate Fondant (200g.)
250 g. de Queso Mascarpone.
300 g. de Nata fresca
50 g. de azúcar en polvo (glass)
3 cucharadas de azúcar invertido
3 tabletas de Kit Kat
Sirope de chocolate (opcional)
PREPARACIÓN:

Empezamos fundiendo el chocolate en el microondas o en un cazo al fuego. Mientras en el vaso de la batidora añadimos la nata, el queso y el azúcar y con ayuda de la batidora lo mezclamos todo bien, cuando tengamos el chocolate fundido lo añadimos y mezclamos bien todo junto antes que el chocolate se vuelva a poner duro.

Cogemos las tres tabletas de Kit Kat y las troceamos con un cuchillo haciendo daditos pequeños de no más de medio centímetro o bueno del tamaño que nos apetezca encontrarnos, pero yo los suelo hacer de ese tamaño y forma y los reservamos. La mezcla anterior de nata, mascarpone, azúcar y chocolate la volcamos en una fuente o cacerola a poder ser de metal y de un tamaño que veamos entra en el congelador y que se pueda tapar, si no deberemos taparlo con papel film, para evitar que coja olores del  congelador. A continuación le añadimos los trozos de Kit Kat,  lo mezclamos todo bien  lo metemos en el congelador por una hora.

Al cabo de una hora más o menos, lo sacamos y con unas varillas o cuchara lo mezclamos todo bien de nuevo para que se vaya quedando cremoso, lo tapamos y lo volvemos a meter por otra hora aproximadamente.

Transcurrida la segunda la segunda hora repetimos el proceso y volvemos a remover y así repetimos el proceso al menos 3 o 4 veces. Yo no tenía sirope de chocolate, de haberlo tenido le habría añadido en el ultimo mezclado un buen chorreón de sirope de chocolate pero eso ya al gusto de cada uno.

Ya por último lo pasamos todo a una tarrina de plástico hermética que cierre bien y lo guardamos en el congelador hasta la hora de consumirlo. Entonces deberemos sacarlo unos 20 o 30 minutos antes para que se ablande un poco y quede en su punto.

Como veis hacer helado no tiene mucho secreto, es un poco entretenido pero tan sólo es ir cortando el proceso de congelación e ir batiendo el helado con unas varillas, cuantas más veces hagáis el proceso, más cremoso quedará.
























La receta de hoy nació un poco de la necesidad, me explico mejor, hace unos días me topé con un entrecot de ternera con muy buena pinta y se me antojó comprarlo. Cuando llegué a casa se me ocurrió tomarlo con algo de salsa pero por más que busqué no tenía de ningún tipo por casa ni tampoco me quedaba nata para preparar una, lo único que había por la nevera era un trozo de queso gorgonzola, así que se me ocurrió experimentar con el y el resultado fue bastante bueno, después he probado la misma receta con Cabrales y el resultado si cabe fue mejor, por lo que supongo que se puede usar cualquier tipo de queso que se funda al calor.

INGREDIENTES:

1 Filete de entrecot de ternera.
1 Trozo de queso Gorgonzola (u otro tipo) 100g.
Pimienta
PREPARACIÓN:

Empezamos calentando, precalentando el horno a 170º  mientras tanto ponemos al también a calentar una parrilla o plancha, cuando este muy caliente dejamos el entrecot de cada lado aproximadamente  45 segundos, lo justo para que selle. Después de esto ponemos nuestro entrecot en un plato le ponemos un poco de pimienta por encima y el trozo de queso encima, si el trozo no es uniforme podemos lonchearlo para que que quede más o menos uniforme. Y lo metemos al horno a 170º durante unos 20 o 30 minutos el tiempo para que el queso se funda por completo.




















Desde que vi en el blog de la cocína de Illie, esta receta de Mabel, me quedé prendado y enseguida me puse manos a la obra con ella, pero después de hacerla varias veces le he ido dando dos o tres retoques para hacerla más a mi gusto; ¡hasta le he cambiado el nombre! Aunque en realidad el fondo de la receta es el mismo que el original. Igual os parece que es un poco entretenido hacer los “fideos” de calabacín (también conocido como zucchini o zapallito) merece la pena, aunque si tenéis una mandolina de estas que cortan en distintos tipos de grosor y formas os puede facilitar la tarea enormemente.

INGREDIENTES (2.P):

2 o 3 calabacines medianos
1 Bote de leche evaporada 200 ml.
2 huevos.
150 g. de fiambre de pechuga de pollo en lonchas.
Aceite de oliva.
Pimienta
Nuez moscada
1 diente de ajo.

PREPARACIÓN:

Empezamos con los calabacines, le quitamos las puntas y los cortamos en lonchas a lo largo, podéis optar por eliminar la piel o no, a mi me gusta más con la piel, aunque sin ella da más aspecto aun de pasta. Una vez hechas lonchas finas, estas las cortamos en tiritas,  quedándonos tiras con aspecto de fideos. Aquí ya le dais el grosor que queráis, el aspecto ideal sería intentar que queden lo más parecido a espaguetis o tallarines, pero a mi me gusta un poco más grueso por como queda la textura del calabacín después de saltearlo, lo dicho esto ya al gusto de cada uno.

Una vez tengamos todos los calabacines picados, picamos el ajo muy fino y lo dejamos todo en una fuente mezclado, echamos un poco de aceite por encima (una cucharada o así) y con las manos mezclamos bien para que se mezcle por todos los fideos y los reservamos unos minutos.

Ahora vamos a hacer la salsa carbonara Light, para ello usamos la leche evaporada que contiene mucha menos grasa que la nata, también se puede usar leche desnatada siendo aun menos Light, pero a mi me gusta más la leche evaporada porque es más cremosa. En un cazo ponemos aproximadamente entre 75 y 100 ml. y le añadimos las dos yemas de huevo, sólo las yemas y lo ponemos a calentar a fuego lento, le añadimos también pimienta y nuez moscada al gusto y con unas varillas mezclamos sin parar para evitar que las yema se cuajen con el calor.

En una sartén con una pizca de aceite lo justo para manchar el suelo troceamos el fiambre de pollo en tiritas finas y lo salteamos a fuego vivo un par de minutos, cuando esté a nuestro gusto lo añadimos a la salsa anterior, mezclamos y lo retiramos del fuego.

Por último ponemos el wok al fuego al máximo sin aceite ni nada y cuando esté muy caliente añadimos los fideos y salteamos rápido, debe estar muy caliente para que no se reblandezcan demasiado y queden ligeramente al dente. Aproximadamente en 2 minutos están listos.

Por último mezclamos los fideos con la salsa y listo para servier. Rico, rico, rico y apto para la operación bikini. Gracias Mabel por la receta.












































Las fresas son una de las frutas más saludables que hay, y ahora están en plena temporada, bueno, ya casi a finales, aunque aun se pueden encontrar buenas y a muy buen precio. Aportan una gran cantidad de vitamina C, sólo 100 gramos de fresas, aportan la cantidad necesaria que necesitamos al día de esta vitamina, además son antioxidantes, por lo que poco malo se puede decir de esta fruta.

Este batido de hoy no tiene secreto alguno, lo bueno es que cada día lo podéis hacer de forma distinta, yo voy a indicar de la forma que a mi más me gusta pero a la vez iré diciendo que otras formas se pueden hacer también y que queda muy bueno. Además es muy sencillo y rápido de hacer.

INGREDIENTES:

500 g. Fresas o Fresones
250 ml. De Leche desnatada
Azúcar o edulcorante
1 Cucharadita de Canela

PREPARACIÓN:

Empezamos limpiando las fresas, quitándole las hojas y lavándolas bien, una vez limpias las troceamos y las echamos en el baso de la batidora, guardando unas pocas para decorar. Cuando estén troceadas añadimos leche, el edulcorante y la canela. La cantidad de leche y azúcar es aproximada. Si quieres que salga más ligero añadimos más leche si no pues menos, yo siempre voy echando un poco “a ojo”, el azúcar o el edulcorante igual, no importa el orden de los ingredientes, ni el momento, después batimos bien y vamos probando hasta que quede a nuestro gusto. Por último si se desea se puede coronar la copa con un poco de nata montada, con un poco de canela espolvoreada por encima, pero como en casa no gusta la nata yo no suelo hacerlo esto último. Una vez servido en la copa cortamos las fresas que reservamos hasta la mitad y con ellas decoramos las copas.

Otra forma de prepararlo, es cambiar la leche por nata líquida, por supuesto ya no quedará tan “light” pero queda más espeso, también se puede echar hielo para que quede un batido helado o añadir un plátano y le da un toque exótico muy rico.

También me gusta mucho prepararlo con zumo de naranja en vez de leche. Para los que no son tolerantes a la lactosa el zumo de naranja es un sustituto genial de la leche en esta receta y también queda muy rico.




















Siempre que invito a alguien a casa hago mi especialidad las gambas al ajillo y siempre tienen éxito, es junto con el arroz los platos que más reclaman los amigos que invito. El plato de hoy me lo enseñó un amigo, aunque después lo he visto muy, muy parecido en webs como directo al paladar y alguna otra que ahora no recuerdo, por lo que no se si, mi amigo se lo enseñó alguien o lo aprendió de alguna de estas webs, yo las pongo como referencia por si acaso. Como decía este a diferencia de las gambas al ajillo, es con gambones y con un toque más dulce por la cebolla y el vino de Oporto (también nos vale Moscatel o Pedro Ximenez), muchas veces, preparo las dos recetas juntas y quedan muy bien ambas en la misma mesa.

Como decía con la receta de gambas al ajillo procurar huir de los gambones pelados y congelados, si no encontráis gambones a buen precio también nos valen gambas aunque sean más pequeñas o incluso langostinos aunque estos no están tan sabrosos, pero siempre evitad los pelados y congelados, el resultado no será tan satisfactorio.

INGREDIENTES:

500 g. Gambones pelados (Entre 750 g. 1kg. Con cascara)
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
200 ml. Oporto
2 cucharadas soperas de salsa de soja.
1 cucharada de miel.
Aceite de oliva

PREPARACIÓN:

Empezamos pelando los gambones, una vez pelados (esto que sigue es opcional) le hacemos un corte en el lomo hasta la mitad, esto hará que al calor se abran quedando más grandes y vistosos, si visitáis habitualmente los restaurantes chinos sabéis de lo que hablo.

Seguido en un cuenco mezclamos el vino, con la soja, la miel y una cucharada sopera de aceite, mezclamos muy bien todo y lo añadimos a los gambones, dejando estos marinar por lo menos una hora o más en el frigorifico.

Una vez finalizado el tiempo de marinado, picamos la cebolla y el ajo muy, muy fino y lo añadimos a la sartén con un poco de aceite (otra cucharada aprox.) y lo vamos salteando bien hasta que la cebolla esté bien dorada  y empiece ya oscurecerse. Por último añadimos los gambones, sin el marinado, pero tampoco sin escurrir en exceso así nos quedará una salsa rica donde mojar pan. Lo hacemos a fuego fuerte durante unos minutos hasta que veamos que está hecho y la salsa ha reducido un poco y ya está listo.
            



















Siempre que me quiero salir de la habitual ensalada, tiendo a preparar este salpicón de marisco o picadillo que es un poco una improvisación que he ido mejorando con el tiempo, en realidad no tiene mucho secreto, pero es una mezcla que estas proporciones me encanta y cuando aprieta el calor es muy refrescante no demasiado calórica.

Por lo general suelo preparar para más de una vez, ya que como es entretenido, cuando lo preparo, aprovecho y hago para el almuerzo y cena o también para el día siguiente, por lo que estos ingredientes pueden rendir para 2 o 3 personas perfectamente al no ser plato único si no servirse como una ensalada.

INGREDIENTES:

3 o 4 pimientos verdes
1 pimiento rojo
1 cebolla pequeña
1 tomate de ensalada
6 palitos de cangrejo
2 latas de mejillones en escabeche
2 latas de atún
Aceite de oliva
Vinagre


PREPARACIÓN:

Empezamos lavando bien toda la verdura y picando en tiras finas el pimiento verde y el rojo. Tanto la cebolla como el tomate me gusta hacerlo daditos pequeños, principalmente porque en casa no nos gusta mucho el sabor del tomate en trozos grandes y también porque así se mezcla mejor y suelta más caldo que luego da más sabor a la mezcla final, pero eso ya es opcional.

Una vez picada toda la verdura, procedemos a picar los palitos de cangrejo, escurrimos bien, las latas de atún y mejillones y las vaciamos sobre la verdura. Por último  aliñamos con abundante aceite y vinagre al gusto.

Para que quede bien mezclado lo que hago es vaciarlo todo en una fuente con tapa hermética y agitarlo todo bien, para que el aceite, el vinagre y los jugos del resto de ingredientes se mezclen bien.

* Opcionalmente si cuento por casa con algo de pulpo cocido le añado un poco pero como no es lo normal he preferido no indicarlo como ingrediente habitual.



















Me encantan los boquerones en vinagre, es uno de mis platos preferidos, siempre que puedo los preparo. Esta es una de las tapas por excelencia de la cocina andaluza, en verano pueden verse en la mayoría de bares y restaurantes casi siempre servidos con una buena cerveza a modo de tapa. Con el vino en cambio, al ir macerados en vinagre no hacen buena liga. 

Muchas personas rechazan su consumo pensando que se trata de pescado crudo pero nada más lejos de la realidad, la preparación del pescado para su consumo consiste en cambiar sus propiedades organolépticas por medio de diferentes acciones, esto quiere decir cambiar su sabor, textura, olor, color, etc., ya sea con agua caliente, directamente al fuego, o como en este caso por medio de un ácido, por tanto una vez cambiadas estas propiedades deja de estar crudo aunque nuestro subconsciente nos lleve a pensar ello.

Como he dicho antes la preparación de esta receta es muy sencilla pero a su vez, tiene multitud de secretos, para que quede en su punto justo de textura, acidez y color, en definitiva como tiene que quedar es a nuestro gusto, por tanto, mi opinión es que, los secretos de otro no valen, si no que con la práctica nosotros iremos adquiriendo los nuestros. Sí, corren multitud de “leyendas” sobre la forma de hacer que queden blancos, que siempre parecen más apetitosos (supongo que por el maldito subconsciente que nos hace creer que están crudos), como usando bicarbonato, agua oxigenada o hasta unas gotas de amoniaco, yo personalmente no soy partidario de usar ninguno de estos ya que no creo que sea beneficioso para su sabor final ni para nuestra salud.

Es muy importante congelar el pescado durante 48, ya que la maceración en vinagre no acaba con determinados parásitos como los anisakis, de hecho esto que es un consejo para el consumo propio se convierte en ley si se preparan para venderlos, al menos en el territorio Español. El momento de congelación también varia según la persona hay quien los congela antes, quien los congela una vez limpios, y quien los congela una vez macerados en vinagre, yo prefiero congelarlos una vez limpios o ya macerados, si los congelas al principio, a la hora de limpiarlos se romperán más fácilmente y quedarán más feos una vez terminados

INGREDIENTES:

500 g. boquerones de tamaño medio 10-12 cm.
300 ml de vinagre blanco
1 cucharada sopera de sal
3 o 4 dientes de ajo
Perejil fresco
Aceite de oliva.

PREPARACIÓN:

Empezamos limpiando los boquerones, salvo que consigamos que el pescadero nos los limpie cosa difícil, tendremos que hacerlo nosotros, pero es muy fácil, se coge el pez y se le hinca el dedo gordo detrás de la cabeza y se tira hacia abajo, arrancándole esta, saliendo de una sola vez tripas y raspa, cuando hagáis varias veréis que es muy sencillo. Os debe quedar el boquerón abierto en dos sin raspa y con la cola.

Una vez todos limpios, debemos lavarlos con abundante agua muy fría, yo lo que hago es conforme los voy limpiando, los pongo en agua con cubitos de hielo, para que suelten toda la sangre y así queden más blancos, los vamos lavando varias veces, con agua fría hasta que el agua salga lo más limpia posible. Por último con ayuda de un colador los escurrimos bien para que les quede el menos agua posible.

Ahora empezamos con el proceso de congelación, podemos elegir entre hacerlo ahora o una vez macerados en vinagre, yo suelo hacerlo ahora. Para congelarlos o macerarlos, en ambos casos cogemos una fuente de plástico (nunca de metal) y los ponemos uno a uno con la piel hacia abajo y los metemos en el congelador durante 48 horas. El proceso de descongelación debe ser lento, lo sacamos y dejamos en la parte de arriba del frigorífico hasta que estén descongelados. Ya por último nos queda la maceración en vinagre. Para ello echamos el vinagre en un vaso junto con la sal y mezclamos bien hasta diluir la sal en el vinagre y rociamos por completo los boquerones, tiene que cubrir si no añadimos un poco más. Los metemos en el frigorífico y tienen que macerar un mínimo de 4 horas y un máximo de 24, esto ya ha gusto del consumidor aunque depende también del tamaño de los boquerones.

Por último retiramos el vinagre y añadimos el ajo y el perejil muy, muy picado por encima y un buen chorro de aceite de oliva del mejor que dispongamos en nuestra despensa.