Aprovechando que estamos en época de mangos y que me han regalado unos cuantos, estoy buscando recetas para hacer con estos, de primeras he probado esta lubina con salsa de mango que es una delicia y que combina a la perfección con el pescado. Esta misma salsa se puede usar también con unos filetes de pollo o cualquier otro pescado dorada, merluza, rape, etc. por lo que yo siempre que puedo preparo salsa como para que sobre y la guardo en la nevera unos días para usar con otros platos.

Para no toparme con muchas espinas he usado los lomos de la lubina, si no sabéis prepararla así siempre se puede pedir en la pescadería que os saquen los lomos.

INGREDIENTES:


Los 2 lomos de una lubina de ración.
2 Mangos medianos.
1 cebolla pequeña
3 dientes de ajo
200 ml. nata para cocinar.
1 Cucharadita de curri
Sal
Pimienta
Aceite de oliva

PREPARACIÓN:


Empezamos preparando la salsa lo primero, para ello pelamos los mangos y los vamos troceando en lonchas finas, desechando el hueso. Ponemos en una sartén un poco de aceite (1 cucharada o así) y cuando esté caliente echamos el mango troceado. Mientras tanto picamos muy fino la cebolla y los dientes de ajo y cuando veamos que el mango se empiece a  poner blando (2 minutos o así) añadimos la cebolla y el ajo picados y vamos sofriendo todo junto a fuego medio. Cuando se haya desmenuzado por completo el mango (5-7 minutos) añadimos el brick de nata, el curri espolvoreado, un poco de sal y seguimos mezclando todo bien y lo dejamos unos minutos más que reduzca.  Retiramos del fuego y trituramos todo con la batidora y después lo pasamos por un chino para eliminar las hebras del mango. Con esto ya tendremos nuestra salsa de mango lista.

Ahora toca preparar la lubina, para ello salpimentamos los lomos y los hacemos a la plancha o grill previamente manchados con un poco de aceite para que no se pegue. Ponemos primero los lomos boca abajo (con la piel para arriba) y transcurridos unos minutos (depende del tamaño de la lubina) cuando veamos que por abajo está doradito, le damos la vuelta y los ponemos con la piel para abajo.

Por último una vez cocinada la lubina, la servimos en un plato con la salsa por encima.