Tortilla de aguacate




















La receta de hoy la tenía pendiente desde hace meses, a consecuencia de un artículo de Juana Trujillo en Directo al Paladar en el que le comenté que mi madre preparaba una  original tortilla de aguacate y es que con esta fruta se pueden preparar miles de recetas, de hecho hay incluso algún libro de cocina con el aguacate como ingrediente principal y es que debido a su peculiar sabor cercano a lo neutro, combina a la perfección con casi cualquier receta sirviendo de ingrediente para entrantes, platos principales e incluso para postres.  Como tengo unas cuantas plantas de aguacate propias he querido esperar a tener los primeros frutos del año para preparar la receta y de camino en los próximos días prepararé unas cuantas recetas más con aguacate, que espero a muchos les sirva para dejar de ver el aguacate como ingrediente únicamente válido para ensaladas, guacamole o cocteles de marisco.

Aunque podemos encontrar aguacates todo el año en nuestros mercados, la mejor época de estos es los meses de octubre a marzo, fuera de esos meses lo más probable es que estemos comprando aguacates importados (Brasil, Chile son los importadores principales), que no tenían porqué ser de peor calidad cuando fueron recolectados en su origen, pero que después de varias semanas desde su recolección y transporte en cámaras frigoríficas al consumidor no le llegará con la misma calidad que un aguacate nacional. Por otro lado fuera de los meses principales de producción se pueden encontrar aguacates nacionales, debido a que el aguacate al contrario que otras frutas, no se madura y se cae, si el agricultor no recolecta la fruta, esta se mantiene en el árbol incluso hasta el verano, permitiendo al agricultor esperar a recolectarla cuando el mercado le ofrece el mejor precio, pero evidentemente aunque en principio de aspecto pueda parecer que el fruto este bien, un fruto que lleva listo 6 meses en el árbol, aguantando las inclemencias del tiempo (sol, frío, viento  y golpes contra ramas, etc) al madurar su sabor no será el mismo que uno recolectado en su momento.

Hay cientos de variadades de aguacate, no todas se producen en España,  de entre las muchas que se producen  en mi opinión las más comunes y de más calidad son (entre paréntesis el mes en que se empieza a recolectar):  Bacon (octubre) ovalado y de piel fina, quizá el de peor calidad y más barato,  Fuerte (Noviembre) parecido al bacon pero más alargado y algo más grande de tamaño, Hass (Diciembre-enero) ovalado de piel rugosa y más oscura que el resto, el más caro, común y de más calidad y también el que más nos suelen dar gato por liebre pues hay muchas otras variedades de peor calidad y similar aspecto. En España la producción de aguacate se centra en la costa de Granada (Almuñécar, Motril, Salobreña, Jete, Otivar) y el este de la Costa del Sol a partir desde Vélez Málaga (Axarquía) y también las Islas Canarias.

INGREDIENTES:


3 Huevos.
1 Aguacate.
1/2 Cebolla
100g. Jamón serrano en taquitos o gambas (opcional)

PREPARACIÓN:


Empezamos troceando muy fino la cebolla y salteándola en una sartén con un poco de aceite hasta que esté dorada le podemos añadir jamón o gambas, a mi me gusta con jamón, pero ya cada uno que lo haga como más guste, también se le puede echar jamón york, o fiambre de pollo o nada, sólo el aguacate. Yo opté por el jamón, cuando le demos un par de vueltas, le añadiremos el aguacate que justo antes habremos preparado en daditos. Esto hay que hacerlo lo más reciente posible para que no se oxide. Para evitar la oxidación se le puede añadir limón, pero a mi no me gusta añadirle limón, por lo que procuro trocear el aguacate en el último momento. Lo añadimos a la añadimos a la sartén y le damos unas vueltas  y en un par de minutos lo sacamos todo y reservamos en un plato procurando que evitar el exceso de aceite en caso de haberlo.

Debemos tener en cuenta que si usamos jamón no hay que añadir sal, en caso contrario si debemos añadir sal al gusto en el siguiente paso.

En un bol batimos los huevos y añadimos la cebolla y el jamón que teníamos reservado y mezclamos bien y volvemos a llevar a la sartén y ya preparamos como una tortilla normal y corriente a fuego lento procurando que se haga bien por dentro sin que se queme por fuera. Con 3 o 4 minutos por cada lado será suficiente aunque todo dependerá del grosor de esta por lo que es algo que deberéis controlar a ojo de buen cubero :)

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